Los ciudadanos y empresas europeos pueden beneficiarse desde ayer del área única de pagos en euros (SEPA, en inglés), un sistema destinado a facilitar las operaciones bancarias entre diferentes países de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Este nuevo esquema unifica las comisiones por pagos transfronterizos en euros a través de transferencias electrónicas, ingresos en cuenta, domiciliaciones bancarias o tarjeta de crédito.

El SEPA es una iniciativa del sector bancario, gestionada a través del Consejo Europeo de Pagos (EPC) y con el apoyo del Ejecutivo comunitario y del Banco Central Europeo (BCE).