la implantación del gas natural a la vida diaria de las Islas es una vieja aspiración, que cobra una mayor significación en tanto que el uso de este combustible no se circunscribe al más conocido y tradicional, como es el consumo doméstico y urbano, sino que resulta fundamental para la producción de energía eléctrica por las ventajas medioambientales que su empleo masivo comporta, de vital interés para el desarrollo turístico y de obligada necesidad a corto plazo de acuerdo con las actuales directrices de la CEE.

Mientras Canarias sigue esperando que se resuelvan los obstáculos que mantienen bloqueados los proyectos de gasificación en las dos islas mayores, Baleares se ha incorporado recientemente al club de las regiones que han logrado una mayor diversificación energética, con la llegada del gas natural a Mallorca, que repercutirá positivamente en el modelo energético de las Islas Baleares, ya que el gas natural es el combustible fósil más limpio y eficiente. De este modo, además, el archipiélago balear podrá ya emplear este combustible en sus centrales de producción de ciclo combinado, similares a los dos ciclos que existen en Tenerife, concretamente en Granadilla.

Producción con gas

La llegada del gas natural a la isla de Mallorca ya es una realidad, merced a un gasoducto. La puesta en servicio del primer tramo terrestre se convirtió en todo un acontecimiento en esta Comunidad Autónoma.

Parte de la importancia que tiene la llegada del gas natural a Mallorca se desprende de las ventajas medioambientales, que repercutirán en el modelo energético de las Islas Baleares, y que alcanzan no sólo al ámbito de producción energética, sino también a la marca turística, dadas las aplicaciones que este combustible tiene en el sector de la hostelería y la restauración, en la climatización de agua, en su vertiente calorífica y en el uso en cocinas, principalmente.

Ello sin olvidar la competitividad que conllevara su utilización desde el punto de vista económico, dada su alta eficiencia en relación con otros combustibles.

Los ciclos combinados que Unelco Endesa ha instalado en Canarias -dos en funcionamiento Gran Canaria y uno en Tenerife, al que se sumará el que actualmente está en construcción en Granadilla-, constituyen una tecnología pensada para consumir gas natural y lograr un máximo de eficiencia.

Las centrales de ciclo combinado se basan en la tecnología de las turbinas que utilizan gas natural como combustible, pero también son capaces de aprovechar los gases producidos por la combustión. Son, por ello, significativamente más eficientes que las centrales convencionales de fuel o carbón, y también que las reconvertidas a gas. Estas centrales utilizan agua de mar en circuito abierto para su refrigeración y cumplen con todos los requisitos medioambientales establecidos tanto en la legislación europea como española.

Los ciclos combinados constituyen una novedosa tecnología de producción que permite una reducción del consumo de combustible de un 35% respecto a las instalaciones térmicas convencionales, con la consiguiente eliminación de emisiones a la atmósfera, y un 33% de disminución del consumo de agua.

La utilización del gas natural está contemplada en el Plan Energético de Canarias, como alternativa a la dependencia energética del fuel, y supone un reto muy importante para las islas, en el que participa activamente la compañía Unelco Endesa, al igual que en la apuesta por las energías renovables y la eficiencia energética, los otros dos grandes pilares del Pecan.

Cuando el gas natural esté disponible en las islas, para lo que habrán de construirse plantas regasificadoras, ya que nuestra distancia del continente y la profunda plataforma oceánica hace imposible la construcción gasoductos, los ciclos combinados sustituirán el gasoil que utilizan actualmente como combustible por gas natural.

Ventajas

Este combustible es más limpio, ya que su combustión produce cantidades significativamente menores de gases contaminantes y de efecto invernadero, dado que, por un lado, presenta un menor contenido en elementos precursores de contaminantes (nitrógeno, azufre, partículas, etcétera) y, por otro, presenta, en términos generales, un mayor poder calorífico respecto a otros combustibles sólidos y líquidos (como por ejemplo el carbón, fuel o gasoil). Además, su empleo lleva asociado por lo general un mayor rendimiento térmico (pérdidas menores o nulas en lo referente a combustible inquemado y otras ineficiencias térmicas); en resumen, que para obtener la misma energía térmica se necesita menos combustible y, por tanto, se ocasionan menos emisiones atmosféricas.

Considerando estos factores y la previsión del incremento de demanda de energía eléctrica previsto para las Islas Canarias, se ha determinado que la introducción del gas natural supondrá un nivel de emisiones de CO2 que, teniendo en cuenta todos los factores anteriores, disminuirían entre un 30% y un 40% sobre las que se obtendrían manteniendo el esquema de combustibles actuales. En relación al resto de los gases contaminantes generados en su combustión, se puede decir que en NOx se reduce alrededor de un 65%, y emisiones irrelevantes de dióxido de azufre, SO2 o cenizas, asociadas a contenidos nulos o despreciables de azufre y partículas en este combustible.

Asimismo, en relación a la emisión de gases de efecto invernadero, la emisión de dióxido de carbono (CO2) es apreciablemente menor en comparación con las emisiones derivadas del empleo de fuel o carbón, debido a que el gas natural tiene un menor contenido en carbono y mayor cantidad de hidrogeno que en los citados combustibles y a que, según lo antes mencionado, se necesita menos combustible para obtener la misma energía térmica, lo que implica la generación de menores cantidades de gases de escape.

La apuesta de Siam Park

El parque acuático de Adeje, Siam Park, promovido por el empresario Wolfgang Kiessling, propietario también de Loro Parque, se convirtió, antes de abrir sus puertas, en la primera empresa que utiliza gas para climatizar el agua del complejo de ocio. En una primera etapa, está utilizando gas canalizado con aire propanado, que se convertirá en gas natural cuando se puedan materializar los planes previstos para su implantación en el Archipiélago, y que pasan por la previa construcción del puerto de Granadilla.

De hecho, cubrir las necesidades energéticas previstas para el futuro parque acuático con gas, mediante la utilización de calderas de condensación, supone la mitad de emisiones de CO2 y NOx y ninguna emisión de SO2 frente a las que produciría si se utilizasen bombas de calor que funcionaran con suministro eléctrico.

En concreto, el suministro del nuevo parque de ocio con gas evitará la emisión de 3.000 toneladas de CO2, 14 toneladas de SO2 y 6 toneladas de NOx a la atmósfera.