El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, dijo ayer que sería prematuro e "imprudente" suprimir los estímulos fiscales para 2009 y 2010 a pesar de que a mediados del año que viene habrá una subida de impuestos para conseguir mayor recaudación y disminuir el déficit.

Durante su intervención en el Foro Aragonex, Ocaña aseguró que pese a que la crisis ha tocado fondo y a que se espera una recuperación para el segundo semestre del año que viene, "nada hace pensar que la situación actual sea pasajera". Añadió que, además, existen problemas estructurales que exigirán sacrificios y medidas "excepcionales".

Dijo que la subida del IVA prevista para el próximo julio no tendrá efectos negativos en el empleo porque en nueve meses la situación de la economía española estará en condiciones de poder asumirlo.

Por otro lado, sugirió que el nuevo Impuesto de Circulación, que gestionan los ayuntamientos, centre su tributación en aspectos como la contaminación. "No se trata -argumentó- de subir impuestos, sino de ajustar lo que cada uno paga en función de lo que contamina, y, por esta razón, hay que hacerlo con mucha prudencia".