El diputado del Partido Popular Álvaro Nadal aseguró ayer que la subida de impuestos que planteará el Ejecutivo incrementará en 1.000 euros los gastos fiscales de cada hogar, por lo que apostó por hacer un ajuste presupuestario y por refundar la hacienda pública.

Así se lo planteó Nadal a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, durante la sesión de control al Gobierno, donde acusó al Ejecutivo de gobernar desde "la falacia" de la deuda pública y de la presión fiscal.

Por su parte, Salgado recordó al PP que la deuda española sigue 20 puntos por debajo de la media europea, al tiempo que resaltó algunas conclusiones de la agencia de calificación Moody''s, que ha decidido mantener la máxima nota de la deuda española.

"No me cabe duda de que es una persona informada", señaló Salgado a Nadal, tras recordar al popular que el Gobierno socialista tiene la "voluntad decidida" de reducir el déficit y mantener el gasto social y productivo, motivo por el que mantendrá un principio de austeridad y pedirá un esfuerzo a los ciudadanos a través de una subida de impuestos.

Asimismo, recordó a Nadal que Moody''s no prevé rebajar el "rating" de la deuda pública de los países con la máxima nota crediticia (AAA), entre los que se encuentra España, porque considera que existe un riesgo "muy bajo" de que no se pueda pagar en el futuro.

Menos anticipos

En respuesta a otra pregunta del PP, formulada por Vicente Martínez Pujalte, Salgado admitió que ha comunicado por carta a las comunidades que recibirán una cantidad menor de entregas a cuenta el próximo año que las recibidas en 2009, si bien aseguró que "en la base" de esta reducción, motivada por la caída de ingresos, está el modelo de la financiación autonómica aprobado por el PP en 2002. "Por eso lo hemos modificado", incidió.

Salgado no precisó el porcentaje en que se reducirán estos anticipos, pero aseguró que el nuevo modelo de financiación garantizará "de manera estructural" un aumento de los recursos de las autonomías para desarrollar e incluso incrementar sus políticas, al tiempo que concederán cuatro años a las autonomías para devolver lo que deben. Asimismo, ironizó con que era "una lástima" que el FMI no contratara al PP porque era el único que realmente sabía hasta dónde iba a llegar la crisis, y le acusó de no llevar esa previsión a su programa.