Nadie mejor que uno de los industriales de mayor éxito de la historia de Canarias para valorar la apuesta del Gobierno autónomo por el sector. Para el presidente del grupo JSP, José Sánchez Rodríguez, la puesta en marcha de la Estrategia de Desarrollo Industrial, que tiene su horizonte en 2020 (cuando la industria debería generar al menos el 6% de la riqueza regional), es "muy positiva". Argumenta que el sector, y más la rama agroalimentaria, "todavía tiene muchas posibilidades; el Ejecutivo está acertando en su decisión de aprovechar este momento para apostar por la industrialización de las Islas".

Ese momento del que habla no es otro que la crisis. Con una experiencia que arranca en el negocio de representaciones, seguros y aguas de su padre, José Sánchez Peñate, y tiene su punto de inflexión en la fundación, en 1963, de la firma JSP, el hoy presidente del grupo ya ha visto pasar varias crisis económicas. Y ésta es "muy grave", advierte, porque es global "y se escapa a nuestra influencia". El margen de actuación de las Islas es "limitado, pese a que la situación nos perjudica mucho. Canarias está muy vinculada a las economías comunitarias, lo que afecta al turismo, nuestra principal fuente de riqueza".

En su opinión, el bache actual se superará en cuatro años porque "soluciones a corto plazo no se ven". Su recomendación es que "quien pueda, aguante, reestructure su empresa y espere tiempos mejores. Peor fue la Segunda Guerra Mundial, y de ella se salió", sentencia, y destaca que hay dos factores que invitan a la esperanza: el abaratamiento del petróleo con respecto a 2007 y la rebaja de los tipos de interés, en especial el euribor. "Esto también abre una vía para que la situación se resuelva antes", apunta.

JSP, que comenzó su andadura en un pequeño local del barrio de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria en 1963 con cuatro empleados encargados de envasar leche en polvo, cuenta hoy con cuatro fábricas principales, dos en Tenerife, una en Gran Canaria y otra en Madrid, delegaciones en todas las Islas y centros de distribución en Barcelona y Sevilla. Además, ha inaugurado recientemente una nueva planta de Celgán -empresa adquirida en 1983- en La Laguna que es una muestra más de que el grupo, que ya no sólo se dedica a los productos lácteos y cafés, pues abarca también pan, bollería, pastelería y muchos otros productos, continúa adelante con sus planes de expansión pese a la crisis y marca la vanguardia tecnológica de la industria agroalimentaria.

Este segmento, resalta Sánchez Rodríguez, resiste mejor los embates de la recesión económica que otros como el que nutre de componentes a la construcción o el de la automoción. "Uno podrá dejar de comprar un piso o un coche, pero no de comer. Esta industria aguantará y se seguirá moviendo aunque no sea al nivel exhibido hasta ahora", subraya. A su progreso también contribuirá que el sector turístico se nutra de las producciones locales. "Se debería aprovechar, porque si es posible cubrir ciertas atenciones con éstas, se crearán muchos puestos de trabajo", destaca el presidente de una firma que da empleo a más de 1.200 personas.

Su labor ha sido reconocida con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, que le concedió el Gobierno estatal, y la Medalla de Oro de Canarias. José Sánchez Rodríguez ha destacado en un sector -el vicepresidente autonómico recordaba hace poco que JSP representa casi el 5% de la industria canaria- que está llamado a liderar el cambio de rumbo de la economía del Archipiélago. Su historia es la historia de una empresa que ha sabido diversificar su negocio, una de las claves, insiste, de la supervivencia de las empresas en tiempos de crisis como éste.