El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) aumentó una décima su caída en junio y situó su tasa interanual (respecto al mismo mes de 2008) en el -1%. Con éste ya son cuatro los meses en los que la inflación registra tasas negativas, según el dato adelantado que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La información que proporciona este indicador es únicamente orientativa, por lo que no tiene que coincidir necesariamente con el dato definitivo de la inflación, que se dará a conocer el próximo 10 de julio, recordó el INE.

Cabe destacar que en toda la serie histórica del IPCA, que mide la evolución de los precios de la misma manera en toda la Unión Europea y arranca en enero de 1997, no se había registrado hasta el pasado marzo una tasa negativa.

En cualquier caso, el IPCA suele coincidir (apenas varía en alguna décima) con la del IPC general. Si éste llega al -1% (en Canarias ya marcó en mayo un -1,2%), la inflación interanual española ahondaría ligeramente su crecimiento negativo, ya que el mes pasado se situó en el -0,9%.

Hay que resaltar también que en marzo la inflación española entró por primera vez en negativo, puesto que desde 1962, año en el que se inicia la serie, nunca se había experimentado un decrecimiento de los precios.

No obstante, el Gobierno sigue descartando la entrada en deflación (dos trimestres consecutivos de evolución negativa, según la definición del Fondo Monetario Internacional), opinión que también comparten el Banco de España y organismos como la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez cree que los riesgos de deflación en España, entendida como una caída generalizada y prolongada de los precios, son "remotos", ya que sólo el efecto estadístico por el abaratamiento del petróleo en la segunda mitad de 2008 presionará al alza el IPC, hasta tasas positivas en los últimos meses del año.

Riesgo de deflación

En junio del pasado año el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, se situaba en 133,74 dólares, casi el doble de los 69,15 dólares de este mes, de ahí el fuerte efecto que tiene sobre la tasa interanual publicada ayer.

Desde julio de 2008, cuando tocó su techo del 5,3%, el IPCA ha descendido más de 6 puntos, coincidiendo con la tendencia a la baja del precio del crudo y con el abaratamiento de algunos alimentos. Hace justo un año la tasa interanual del IPCA estaba en el 5,1%.

Para el Partido Popular (PP), el descenso del IPCA en junio marca la continuación de la "senda deflacionista". Advirtió del "riesgo" de que la inflación crezca sólo por la subida de los impuestos.

Además, en una nota de prensa, el secretario de Economía del PP, Álvaro Nadal, aseguró que la caída de la inflación se debe, sobre todo, al desplome del consumo y de las ventas minoristas, por lo que exigió un cambio "radical" en la política del Gobierno.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, alertó en Barcelona de que "hay quien se empeña en ver el final del túnel, pero cada vez hay más riesgo de deflación, por lo que los salarios de los trabajadores no pueden seguir perdiendo poder adquisitivo", ya que ello contribuirá a la caída sostenida del consumo. También demandó que los bancos y cajas faciliten más crédito, informó Europa Press.

Repuntes en otoño

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, descartó ayer un escenario de deflación en los próximos meses e insistió en que los precios volverán a subir a tasas moderadas en otoño. Después de conocer que la inflación armonizada cayó en junio una décima, hasta situarse en el -1%, Ocaña explicó en una entrevista radiofónica que el descenso de los precios se debe al efecto del petróleo. No obstante, el secretario de Hacienda reiteró que los precios no van a bajar, situación que "crearía muchos problemas". Ocaña también aludió a la propuesta de IU-ICV, rechazada la semana pasada en el Congreso, que abogaba por subir impuestos a las rentas más altas y evitar que los deportistas profesionales extranjeros residentes en España paguen el 24%, igual que los que ingresan menos de 17.000 euros. Consideró "legítima" la propuesta, pero aseguró que la subida de impuestos a los futbolistas sería una medida limitada para controlar el déficit público, debido al reducido número de casos que existen. En su opinión, "sólo" hay dos soluciones para recortar el déficit público, que pasan por reducir el gasto o recaudar más impuestos.