José Manuel González-Páramo, miembro del Comité de Dirección del Banco Central Europeo (BCE), defendió ayer que España necesita una reforma laboral "para que germinen los brotes verdes" y poder salir de la crisis económica.

González-Páramo realizó estas declaraciones en una rueda de prensa antes de pronunciar una conferencia en la Universidad de Oviedo con motivo de la presentación de la Cátedra de Distribución Comercial de la Fundación Ramón Areces. Para el único miembro español en el Comité del BCE, resulta "obvio" decir que España necesita una reforma laboral cuando "la imagen que nos devuelve el espejo de la economía española es tan aterradora".

"El que niegue que las instituciones del mercado laboral españolas son defectuosas se está engañando", consideró González-Páramo. El profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid advirtió que la tasa de paro de España duplica a la de los países europeos, cuestión que le hace pensar que "algo funciona mal".

A su juicio, la segmentación del mercado de trabajo y la falta de flexibilidad son algunas de las causas del aumento del desempleo en España, porque "se están perdiendo incentivos en la formación de capital humano".

Por otro lado, González-Páramo señaló que la supervisión de las entidades bancarias es el futuro que le espera a los bancos centrales, "instituciones internacionales que junto con los gobiernos tienen un papel fundamental en estos momentos. "Los bancos centrales, además de gestionar los efectos de esta crisis, tienen que adoptar decisiones que ayuden a prevenir crisis futuras, aunque nada volverá a ser igual", apostilló.

González-Páramo defendió que es necesario que los bancos centrales reflexionen sobre a qué camino puede evolucionar el concepto de banca central, y cuál es el papel que tienen estas instituciones en la estabilización de los precios. A su juicio, una mayor supervisión por parte de los bancos centrales evitaría que se produjesen fallos en las regulaciones, como se ha visto en esta crisis.

El directivo del BCE advirtió que en esta crisis han fallado las regulaciones "lo que no ha ayudado al sistema bancario a disponer de un colchón de capital para hacer frente a una crisis profunda y ha permitido que una parte del sistema financiero estuviera fuera de la luz". Resaltó que la regulación y la supervisión del mercado financiero son las ideas principales en la que trabajan los miembros del G-20 porque éste es un "proceso global" y se ha visto que se carecía de supervisión.

En este proceso, reconoció que las iniciativas y el calendario de actuaciones que se está aplicando en el contexto internacional es "acertado", aunque precisó que hay un "riesgo" asociado porque "las reformas económicas tienen cortes políticos y algunas podrían tardar mucho en aplicarse".

Por su parte, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, manifestaron ayer que se sienten "cercados" por quienes defienden una reforma del mercado laboral como solución a la crisis y respaldaron la propuesta "alternativa" de un grupo de expertos a favor del empleo. Así se expresaron los dos líderes sindicales durante el acto en el que el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, les entregó la declaración "El trabajo, fundamento de un crecimiento económico sostenible", a la que se han adherido más de 700 personas, entre economistas, profesores y profesionales.

Voces críticas

Según Méndez, los sindicatos están "sufriendo el cerco asfixiante" de los defensores de la reforma laboral en tiempos de crisis, en la que se ha insistido de manera "machacona" y que supone "el menosprecio a la economía productiva", por lo que pidió que se evite "recaer en viejos y dolorosos errores para los trabajadores". Toxo denunció la "ofensiva brutal" que están recibiendo las organizaciones sindicales a través de propuestas que "condicionan el futuro de la sociedad" y que en el fondo buscan "transferir las rentas del trabajo a las rentas del capital".

Aseveró que "sin impuestos no hay políticas" y reclamó una reforma de la fiscalidad para incrementar los recursos del Estado. Aunque los firmantes resaltan que la propuesta no se dirige "contra nadie", el propio texto señala el rechazo a visiones que consideran "profundamente equivocadas", después de que en abril un centenar de economistas propusieran una reforma laboral que eliminase los contratos temporales y la creación de un único contrato indefinido.

En otro contexto, el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, subrayó ayer que las entidades financieras que reciban ayudas públicas tienen que reestructurarse y reorganizarse, aunque no quiso hablar explícitamente de fusiones obligatorias. El documento de las conclusiones de la cumbre del Consejo Europeo, que se reunió por espacio de dos días en Bruselas, asegura que la economía muestra síntomas de recuperación sólidos y no son necesarias nuevas medidas de estímulo. No incluye nuevas propuestas para atajar el paro.