El director general de Airbus, Fabrice Brégier, aseguró que sus aviones son "seguros", tras las dudas surgidas sobre la posible implicación de las sondas de velocidad en el accidente del pasado día 1 de la aeronave de Air France que cayó en el Atlántico.

Asimismo, Brégier pidió cautela hasta que se conozcan los motivos del siniestro del avión, en el que viajaban 228 personas.

"Nuestros aviones son seguros. Lo afirmamos, lo afirma la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), lo afirman nuestros clientes", afirmó Brégier en una entrevista que hoy publica el diario La Dépêche du Midi.

El número dos del constructor europeo consideró "irresponsables" los artículos publicados en Francia que apuntan a fallos en las sondas de velocidad como causa del accidente.

"En este estado de la investigación no hay ninguna relación entre el accidente del avión de Air France y cualquier endeblez de navegación del aparato", aseguró.

Esa reacción, la primera de un directivo de Airbus, va en consonancia con la mostrada por la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), responsable de las pesquisas, y por Air France, propietaria del avión.

Mientras que el BEA reiteró que "no hay ninguna relación establecida entre las sondas y las causas del accidente", el director general de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, afirmó que no está "convencido" de que el fallo en los sensores provocaran la catástrofe.

Brégier reconoció que el avión registró "incoherencias en la velocidad medida", pero señaló que "ahora queda por definir el motivo".

El directivo de Airbus señaló que los fallos están previstos en los manuales de vuelo de los aviones, y precisó que "los aviones están certificados para estas circunstancias".

"Por eso recordamos a las compañías aéreas los procedimientos a aplicar si estos incidentes aparecen. Repito, el problema de las sondas no presagia las causas reales del accidente", dijo.

Recordó que en la actualidad hay 600 aviones A330 similares al accidentado en el Atlántico que suman 13 millones de horas de vuelo y que el del AF447 fue "el primer accidente mortal" de este tipo de aparatos en operación.

Brégier indicó que en el caso de que la investigación demuestre la implicación de los sensores de velocidad tomarán "las medidas necesarias".

En cuanto a la decisión de algunas compañías de cambiarlas, el director general de Airbus indicó que la han tomado de forma voluntaria "bajo la presión de los pilotos o de la opinión pública".

Indicó que Airbus colabora con la (BEA) para tratar de definir la causa del accidente y destacó que "será el descubrimiento de las cajas negras lo que permitirá esclarecer lo que pasó con el vuelo de Air France".

En caso de que no se hallen, Brégier indicó que "habrá que estudiar lo que se tenga, los restos del aparato darán información".