Por la misma regla de tres que los bares son, junto con el centro de trabajo y el hogar, uno de los lugares en los que los canarios pasan la mayor parte de su tiempo, también están siendo uno de los escenarios donde se hacen más visibles los efectos de la crisis.

Así, desde el último trimestre de 2008 se ha ido notando una progresiva caída del consumo que, según el presidente de la Federación Canaria de Ocio y Servicios (Fecao), José Antonio Santana, que estima que "el descenso medio en los establecimientos dedicados a la restauración en las Islas ronda el 60%".

De hecho, Santana explica que "en realidad nos ha afectado mucho más de lo que se esperaba, porque si bien contábamos con que unas 300 empresas se verían obligadas a cerrar, al final la cifra se ha superado con creces y, en estos momentos, podría rondar las 500".

Al respecto, argumenta que "en los últimos nueve meses, la inmensa mayoría de los empresarios del sector se han visto obligados a poner dinero de su bolsillo en unas u otras cantidades, para evitar más cierres".

No obstante, precisa que esto está ocurriendo prácticamente a diario en todos los puntos de la Isla, desde La Laguna hasta Santa Cruz, Adeje o el Puerto de la Cruz, y que repercute especialmente en los pequeños negocios.

El presidente de la Fecao subraya que, aunque en mucha menor medida, todavía hay unos pocos emprendedores que están arriesgando y abriendo negocios o algunos que lo que están haciendo es aprovechar el parón para hacer reformas".

Contratos a tiempo parcial

En el apartado del empleo, calcula que "de los 100.000 empleados que tenía el sector a finales del ejercicio pasado se han perdido unos 25.000", a lo que agrega que además, "de los 75.000 que quedan, muchos están contratados a tiempo parcial o trabajan sólo los fines de semana".

Esta es una de las fórmulas que han tenido que adoptar los propietarios de muchos bares, cafeterías y restaurantes para mantener sus puertas abiertas, ya que, a su modo de ver, "ante una coyuntura como la en que estamos inmersos, lo prioritario no es centrarse en conservar los puestos de trabajo, sino que el objetivo más inmediato es actuar para que los establecimientos no se vean obligados a cerrar".

En esta línea sostiene que "lo más complicado es abrir un negocio, crearte un nombre y hacerte con una clientela, con lo cual si cierras, aunque inaugures otro negocio al poco tiempo es mucho más difícil volver a empezar que reducir la plantilla y cuando pase la crisis volver a recuperar al personal".

Por todo ello, considera que "es necesario una mayor implicación por parte de las distintas administraciones públicas con el colectivo, del que desconocen la alarmante situación en la que se encuentran todos y cada uno de los sectores que integran el comercio tradicional".

Del igual manera, recalca que "hoy por hoy las medidas anunciadas tanto por el Ejecutivo central como el autonómico no están llegando a la calle".

Por tanto, urge la puesta en marcha de medidas que beneficien de verdad a las pequeñas y medianas empresas (pymes), "ya sean líneas directas de crédito, facilidades para fraccionar los pagos a Hacienda o abaratar el despido", asevera Santana que incide en que "desde la Fecao apostamos por una mayor libertad en el despido, no para los contratos que ya estén en vigor sino para los nuevos que se vayan firmando mientras perdure la crisis".

A su juicio, este modelo de contrato no supondría precarizar las condiciones laborales de los trabajadores, sino que "contribuiría a generar empleo donde mismo se está destruyendo ahora".

Igualmente, critica con contundencia la actitud mostrada por la Banca, a la que acusa de "no haber estado a la altura de las circunstancias". Es más, asegura que "los bancos están rozando la ilegalidad porque han recurrido a la usura como práctica habitual".

También reprueba el comportamiento del Banco de España que "no ha sancionado las entidades financieras y encima les ha dado dinero de las arcas del Estado".

Así pues, exige que "se inste a la banca a que abra la mano y rebaje las condiciones para conceder créditos para que el dinero por fin vaya a parar al empresariado" para garantizar la subsistencia del tejido productivo local.

"Menús anticrisis"

Tan complicado es el panorama para el sector, que igual que sucede en "la guerra de guerrillas", muchos bares y restaurantes han tirado de ingenio para captar nuevos clientes. En este sentido, los "menús anticrisis" que se presentan como reclamo a las puertas de muchos locales de restauración de todo el Archipiélago han sido una de las medidas con mayor acogida entre los consumidores.

La cafetería "Macondo", en el centro de Santa Cruz ha sido uno de estos negocios que ha apostado por esta "táctica".

Desirée Fuentes, que trabaja de camarera en este establecimiento, comenta que, a pesar del gran esfuerzo que se hizo el año pasado por reformar por completo las instalaciones, "desde que se reabrió el local en el mes de septiembre hasta hace dos meses en que el dueño decidió rebajar el precio de los menús del día el consumo había caído cerca del 50%".

Entonces, "una buena parte de la clientela habitual había dejado de hacer una de las dos comidas al día y si desayunaba en el bar no almorzaba o viceversa", comenta. Asimismo, muchos de los que antes tomaban un desayuno completo pedían sólo el cortado".

Por eso, se redujo el precio de los menús del almuerzo de los 8,5 euros que costaban antes a los 5,90 de ahora (con primero y segundo plato y postre). De la misma forma, se extendió la oferta al desayuno, que antes se cobraba todo por separado y ahora incluye un zumo de naranja, una "pulguita" y un café con leche por 2,10 euros.

Fuentes señala que, a través del boca a boca, se ha ido aumentando nuevamente la clientela hasta el punto de que "no sólo hemos podido recuperar, sino que hemos crecido ligeramente con respecto a finales del año pasado".

"Hora feliz"

"Macondo", que las noches de fin de semana se "reconvierte" en un bar de copas ha implantado también una "hora feliz" entre las 21:00 y las 22:30 horas de los viernes y los sábados en la que se venden dos cañas de cerveza por un euro. También esos días se realizan sorteos sorpresa con los que se ha conseguido reactivar la actividad.

Otro ejemplo es la cafetería "El Despertador", en La Laguna, que, a principios de enero, acometió una auténtica "revolución" en los precios, al ofrecer un menú a 3 euros, con dos platos y café, mientras que un desayuno con un zumo, sandwich y un cortado cuesta 1,75 euros. Salvador Lorenzo, que es el cocinero y copropietario del establecimiento, junto a su mujer, Dolores Aguilera, comenta que "desde que abrimos este negocio, hace más de tres años hasta finales de 2008 las ventas habían descendido un 90%". En estos momentos, se están recuperando, "aunque el ritmo es todavía muy lento", apostilla.

Cada día sirve una media de 25 a 30 almuerzos y, aunque en el caso de la oferta de los desayunos varía más, hay ocasiones en los que se puede llegar hasta los 75.

El bar que esta pareja regenta es un pequeño negocio de apenas 40 metros cuadrados de superficie, que cuenta con unos clientes muy fieles que se han ganado a pulso a base de "mimarlos" día a día con unos platos caseros en los que se van rotando las legumbres, la carne y el pescado o la sopa, el potaje y las ensaladas, "de tal forma que si uno come en este establecimiento de lunes a viernes nunca repite menú", enfatiza Lorenzo que destaca que, tal es la cercanía que ha alcanzado con sus clientes que "se donde trabajan, si están casados o no, o si les va bien en los estudios".

Precisamente, comenta que "cuando se optó por ajustar los precios lo hicimos pensando en los estudiantes, sobre todo de los que vienen de otras islas, que están pasando una situación muy crítica por la crisis". Sin embargo, explica que "ahora los que más vienen son los funcionarios del Ayuntamiento".

En cuanto al secreto para poder ofrecer unos menús tan económicos, Lorenzo, aclara que "es cuestión de madrugar y echarle muchas horas al trabajo". En este sentido, bromea diciendo que "todos los días bajamos muy temprano al Mercatenerife y nos peleamos con todos los vendedores para conseguir los mejores precios".

El restaurante "Los Horreos" en Santa Cruz, también ha tomado nota de esta estrategia y desde principios de este mes ha renovado su carta, en la que ha recortado una media del 25% en sus tarifas.

Igualmente, tras volver a la actividad después de unas pequeñas reformas y cambiar de gerente, este establecimiento ha incorporado un menú de ejecutivo.

El nuevo propietario del establecimiento apuesta por realizar una serie de jornadas gastronómicas periódicamente, como la que ya está preparando para el Día de Canarias.

Con medidas de este tipo pretende recuperar el consumo de hace unos meses que había bajado más del 40%, un reto que deben afrontar sin excusas la inmensa mayoría de los empresarios del sector en los próximos meses para sortear la crisis.