El efecto de las huelgas en el Archipiélago se tradujo en 10.800 jornadas laborales perdidas entre enero y octubre de 2008, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, en los que se revela que 2.900 trabajadores de las Islas se sumaron a acciones de protesta de este tipo en convocatorias de ámbito provincial, regional o nacional, lo que implica que, mientras que en el global de España la tendencia fue a la baja, en Canarias se produjo un significativo repunte.

En todo el país se llevaron a la práctica 528 huelgas en los diez primeros meses del año, en las que, sin embargo, no se incluyen las denominadas "de celo" ni las que hayan tenido una duración inferior a una hora, así como las que se refieren a actividades que no sean estrictamente productivas o que afecten a colectivos sin derecho a acometerlas.

Así pues, se constata una disminución del 16,6% con respecto al mismo periodo de 2007, en el que tuvieron lugar 633. En el desglose por repercusión geográfica, hubo un descenso de las convocatorias que se circunscribieron a una provincia o a una autonomía concreta, mientras que aumentaron considerablemente las que se realizaron a escala nacional, que pasaron de 25 a 36.

Descenso del 30%

La misma tendencia se produjo en el apartado de trabajadores participantes, que se redujo un 30%, con 316.493 empleados movilizados en 2008 por los 453.327 contabilizados en el ejercicio anterior.

A su vez, en el capítulo de jornadas no trabajadas, todas las variables demuestran cantidades inferiores al mismo periodo de 2007, salvo en el reservado a las huelgas con trascendencia en todo el país, en el que la cantidad creció desde las 83.450 a las 350.999.

Este comportamiento no se corresponde con lo acontecido en las Islas, donde, mientras que entre enero y octubre de 2007 fueron a la huelga 1.300 trabajadores, esta cifra alcanzó los 2.900 en 2008, lo que implica una subida del 123%, porcentaje que llega hasta el 260% en el caso de jornadas laborales perdidas, con una evolución desde las 3.000 hasta las casi 11.000. Otra circunstancia a tener en cuenta es que la inmensa mayoría de ellas se vinculan a Las Palmas, que acaparó 10.200 de los días no trabajados, frente a los 600 de las islas occidentales.

Además, en Santa Cruz de Tenerife apenas llegaron a la huelga 400 empleados, muchos menos que los 2.500 de la provincia oriental.

El director del gabinete técnico de Comisiones Obreras (CCOO) en Canarias, José Miguel González, achaca este incremento en el Archipiélago al impacto de las huelgas convocadas a nivel de todo el país y precisa que los sectores más afectados "han sido, en primer lugar, el de la construcción, seguido del comercio, el turismo y la agricultura".

En cuanto a la enorme diferencia entre Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas puntualiza que, pese a que no hay unos baremos objetivos para explicar esta situación, todo apunta a que se deba a la existencia de "una distribución sectorial notablemente distinta", ya que, a modo de ejemplo, en la provincia tinerfeña está más aglutinado el sector de la construcción, mientras que en las islas orientales está más disgregado en empresas más pequeñas pero más cuantiosas, por lo que es más lógico que, ante la coyuntura económica actual, protagonizaran un proceso de movilizaciones".

González alega que "en situaciones de crisis tal vez el papel más sencillo es el de ir a la huelga, pero a lo mejor no es el más responsable porque, aunque al final lo que hay que lograr es el mantenimiento del empleo, tampoco hay que olvidar la importancia de la pervivencia de la estructura empresarial que lo mantiene, y en una negociación se pueden alcanzar muchas mejoras en este sentido".

Así, subraya que, por lo general, "estamos asistiendo a una época en la que se están intentado agotar todas la vías posibles para alcanzar un acuerdo antes de recurrir a esta clase de medidas de presión".

No obstante, apostilla que "si tras el diálogo no queda margen para negociar, no se debe desistir de estas acciones, ya que son un derecho más de los trabajadores".