La actividad turística en España está en pleno retroceso. En 2008 tuvieron que echar el cierre 445 agencias de viajes conectadas al distribuidor de reservas turísticas Amadeus, usado en España por más del 90% de estos negocios. Al cierre del año, el número de oficinas enlazadas con esa central ascendía a 8.706, un 4,86% menos que en 2007, que sitúa la cifra de agencias en niveles de 2005.

Tras los cierres está la caída en el número de reservas realizadas por los españoles. La desaparición de agencias se aceleró en el último cuatrimestre, hasta llegar a un ritmo de 400 bajas mensuales, al tiempo que los efectos de la crisis financiera se trasladaban a la economía real. En el primer semestre, la cifra de negocios se mantuvo invariable en relación con el mismo período del año anterior, pero en julio y agosto, concluida la temporada de verano, comenzó a registrar un pequeño descenso que se disparó a partir de septiembre.

El director general de Amadeus España, Paul De Villiers, atribuyó estos cierres a la crisis económica y al "reajuste previsto" en el número de agencias de viajes, que en los últimos años creció a un ritmo ininterrumpido del 6%.