Txus Vidorrreta, entrenador del Iberostar Tenerife, alabó el trabajo de sus jugadores, que lucharon "hasta el final" frente al Barcelona Lassa en la semifinal de la Copa del Rey pero acabaron cayendo "con honor" y dando "una muestra enorme de orgullo".

"Hemos luchado hasta el final por la remontada. Hemos estado más cerca que el año pasado de la final y seguimos aprendiendo y creciendo", destacó en rueda de prensa el técnico bilbaíno.

Respecto al desarrollo del partido, admitió que empezaron mal en el primer cuarto, con "muchas" pérdidas, aunque mantuvieron un "cierto control" en otros aspectos del juego.

"En el segundo y tercer cuarto hemos estado mal ante una defensa tan física y tan al límite como advirtió Pesic y nos hemos ido del partido y en el último cuarto hemos vuelto, reaccionando muy bien", resumió.

"Hemos jugado mejor que el año pasado en Las Palmas -continuó Vidorreta- y eso significa que seguimos dando pasos adelante para jugar una final, aunque a día de hoy jugar una final es casi imposible en España".

Sobre su expulsión por una doble técnica, dijo que él solo se puso de rodillas y dijo "por favor" a los árbitros, y no pensaba que lo iban a expulsar por ello.

También lamentó lo que a su juicio fue un error arbitral decisivo al final del partido, cuando le pitaron una falta personal a Nico Brussino: "Tocó el balón y si no la hubieran pitado nos hubiéramos puesto a dos puntos".

"Son jugadas que pasan y yo me he equivocado también en algunas decisiones", zanjó el entrenador del equipo canario.