El indudable paso atrás del CD Tenerife en Mallorca ha puesto sobre la mesa argumentos clásicos en una crisis, desde la actitud de los jugadores a su capacidad real para ofrecer buenas prestaciones al equipo, pasando por la conveniencia de mantener un dibujo táctico sobre el que no acaba de desplegar el juego deseado la escuadra que ahora dirige José Luis Oltra.

Actitud. El equipo bermellón pareció saltar al campo con una marcha más y las ideas muy claras. Los blanquiazules perdieron cada duelo individual en la primera media hora y se vencieron con facilidad ante el empuje rival. "Encajas cuatro goles, juegas fuera de casa y te vas sin una amonestación", lamentó el técnico. En ningún momento parecieron entender el partido ni lo que había en juego. No solo eran tres puntos, sino que estaba en duda la credibilidad de la reacción de las dos jornadas anteriores. "De lo que trabajamos con la llegada del míster, no hicimos nada", admitió Aveldaño.

Confianza. El aspecto anímico es cada vez más importante en el mundo del fútbol. Los futbolistas tienen que salir convencidos de lo que hacen. Y no parece el caso de los insulares, que andan perdidos en un dibujo táctico que no parece gustarles. "La sensación en el campo es que llegábamos tarde, no teníamos nuestra agresividad. Nos han faltado carácter y ambición, no hemos estado finos", relataba Luis Milla.

El 5-4-1.Repitió esquema Oltra para darle continuidad al triunfo de la semana anterior ante el Cádiz, aunque eligió dos actores distintos en la zaga: Aveldaño y Héctor Hernández. El carrilero izquierdo protagonizó una pobre actuación, que tuvo fiel reflejo en tres de los goles encajados. Sobre todo en el primero. Al argentino se le ve incómodo como central izquierdo en una zaga de cinco. Estable y regular durante el curso pasado, parece sufrir tanto como Jorge con este sistema. No son los únicos. A un jugador tan regular como Bryan Acosta se le ve perdido, como si echara de menos jugar más adelantado. José Naranjo tampoco acaba de arrancar y solo Montañés aportó algo positivo desde el banquillo. Por fichajes como Joao Rodríguez y Chilunda todavía se espera.

Reflexión.Oltra acabó el partido de Son Moix tremendamente enfadado. Para él será un antes y un después. Al descanso pidió a los suyos que "cada uno sacara el carácter, el compromiso, la dignidad y el espíritu competitivo". Síntoma indudable de descontento con la actitud. Dio su brazo a torcer con el dibujo entonces y puede que esa decisión tenga continuidad. Volver a un sistema de cuatro defensas ante el Lugo es una opción. Será su única concesión porque el frenazo del Tenerife en Mallorca le costará el puesto a más de un futbolista. El técnico valenciano ha tomado buena nota.

La capacidad. Las dudas se ciernen ahora sobre la capacidad real de una plantilla que puede "pelear por los puestos altos", a juicio de Miguel Concepción, Alfonso Serrano, Joseba Etxeberria y hasta Oltra. Pero que no lo está demostrando. El aún lejano mercado de invierno, inviable en estos momentos porque el club tiene el tope salarial cubierto, parece una solución más que necesaria. Tiempo hay hasta enero.