El partido de ayer incluyó la expulsión, por dos tarjetas amarillas, de Jorge Sáenz de Miera, la primera por "derribar a un contrario en la disputa del balón" (78'') y la segunda, por "simular haber sido objeto de infracción" (89''), aclaró el árbitro Pérez Pallas en el acta.

Se trata de la segunda doble amonestación que recibe Jorge como jugador del primer equipo del Tenerife. No le pasaba desde enero de 2016, en una visita al Nástic.

En la sala de prensa del Heliodoro, el defensa opinó que la expulsión fue "un tanto injusta". En concreto, se refirió a la cartulina que le mostró el colegiado por su caída dentro del área del Valladolid. "En ningún momento me tiré", indicó, antes de apuntar que el árbitro debió pitar penalti en esa jugada. "El rival me desequilibró", dijo. Aunque prefirió no "entrar" en la decisión de presentar un recurso para evitar su sanción con vistas al partido con el Granada, dejó caer que "estaría bien intentarlo".