Casi 42.000 entradas han sido vendidas para asistir al partido amistoso que enfrentará esta noche a España y Rusia, según informó hoy la Unión de Fútbol de Rusia (UFR).

Se espera que en las próximas horas los aficionados compren aún más entradas en las taquillas del San Petersburgo Arena, estadio que acogerá el próximo verano una de las semifinales del Mundial de Rusia.

De cara al Mundial el estadio tendrá capacidad para 68.000 espectadores, pero ahora mismo, sean partidos de liga del Zenit o de la selección nacional, su aforo es de 56.500 asientos.

El San Petersburgo Arena, que fue inaugurado hace sólo unos meses, es considerado el estadio más caro de la historia con un coste que algunos estiman en más de mil millones de dólares, ya que su construcción se dilató durante diez años.

Acogió en junio y julio la Copa Confederaciones, incluido el partido inaugural entre Rusia y Nueva Zelanda (2-0) y la final entre Chile y Alemania (0-1).

Entonces, Cristiano Ronaldo, que cayó en semifinales ante la selección chilena en la tanda de penaltis, criticó el estado del césped, motivo por el que rusos y españoles entrenaron en otros estadio, el Petrovski.

Futbolistas y periodistas españoles se quejan del frío y la humedad reinantes en la antigua capital imperial y, según los pronósticos del tiempo, esta noche las temperaturas rondarán los cero grados y el 93 % de humedad.

En el reciente amistoso entre Rusia y la Argentina de Messi casi 80.000 espectadores llenaron el estadio Luzhnikí de Moscú, partido que supuso su inauguración tras las obras de renovación.

Será la primera vez en su historia que la selección española juega en San Petersburgo y la segunda en territorio ruso o soviético tras el partido de clasificación para la Eurocopa de 1972 disputado en mayo de 1971 en el viejo Luzhnikí con victoria de la URSS (2-1).