Poco después de las siete y media de la tarde del domingo 16 de septiembre de 2001, un centrocampista del filial con 18 años recién cumplidos hizo realidad su sueño de debutar con el primer equipo del Tenerife. El cronómetro avanzaba hacia el minuto 76 del partido de Primera División entre el conjunto blanquiazul y el Villarreal y el técnico local, Pepe Mel, decidió agotar su tercer cambio. Ordenó la salida del campo de Bruno Marioni, autor de los dos goles que le dieron aquella tarde el triunfo a los tinerfeños, y le dio la oportunidad de estrenarse en una categoría profesional a Víctor Añino, Vitolo.

El de Valleseco había comenzado la tarde sentado en el banquillo, junto a Julio Iglesias, David Charcos, Igor Simutenkov, David Bermudo, Esteban "Bichi" Fuertes, y los también tinerfeños Acorán Barrera y Jordi Ocaña. Finalmente acabó dando el paso de cruzar la línea de banda y acceder a un campo en el que, entre otros, coincidió como compañero con su actual técnico, José Luis Martí.

Un rato más tarde, sin tiempo para asimilar el gran salto que había logrado en su carrera, fue recibido por los periodistas, ante los que compartió sus sensaciones en un día tan especial. "Por fin llegó mi debut y se lo agradezco a mis padres, a la afición, que me ha apoyado mucho, y al entrenador, por darme la oportunidad. Tenía mucha ilusión y me alegré cuando la gente pidió mi entrada. En ese momento estaba un poco frío, pero al final salí muy contento. El entrenador me dijo que jugara sin complejos", comentó en la primera de las numerosas ruedas de prensa que Vitolo acabaría dando. Casi a la par, Pepe Mel evaluó la actuación del canterano. "Me da igual la edad y dónde hayan nacido; quiero ilusión", manifestó.

Aquel cuarto de hora en la máxima categoría no tuvo continuidad en una temporada que acabó con el descenso del Tenerife a Segunda División. Vitolo tuvo que esperar a la siguiente campaña para vivir una experiencia similar, curiosamente participando solo en las jornadas primera y última, con Ewald Lienen y David Amaral como técnicos, respectivamente. Fue en el curso posterior, de nuevo con Amaral y dentro de la misma categoría, cuando el mediocentro se convirtió en uno de los habituales en las alineaciones titulares, condición que mantuvo hasta su salida del Tenerife hacia el Racing de Santander, en 2005, y también tras su regreso al representativo, en el verano de 2014, hasta llegar a la cita de mañana con el Córdoba con 201 encuentros oficiales disputados como blanquiazul. Todo empezó tal día como hoy hace 16 años.