El Real Madrid, dominador de la Liga de Campeones tras ser el primer club que conquista el título en su nuevo formato dos años consecutivos, y el Manchester United, vencedor de la Liga Europa, se enfrentan en la final de la Supercopa europea en el reencuentro con morbo con José Mourinho.

El sueño de extender su dominio con el sextete -la totalidad de los títulos de la campaña- en el horizonte de la nueva temporada, se cruza como primer plato con un técnico que marcó el inicio de la recuperación de su grandeza.

Debe enterrar el Real Madrid su mala imagen de pretemporada. Ni una victoria en la gira estadounidense y dudas, fallos defensivos y poco gol. En la pasada Supercopa de Europa, Zidane premió a la segunda unidad. En la presente, sin competición internacional salvo la Confederaciones, los titulares ocuparán su sitio.

Hasta puede repetir el "once" que goleó al Juventus en la final de Cardiff, pero parece poco probable que fuerce a Cristiano, que llega tras tres entrenamientos con el grupo. Con el portugués, que regresó tras 37 días de vacaciones en buena forma, todo es posible.

El United llega con un lavado de cara a su plantilla. Su apuesta por Morata no se ejecutó por las altas pretensiones madridistas y acabó firmando al belga Lukaku. Es la gran apuesta de Mourinho, que decidió prescindir de dos leyendas como Rooney e Ibrahimovic.

Son ya 12 años sin que una escuadra inglesa conquiste un entorchado que tiene claro color español, con triunfos en siete de las ocho últimas ediciones entre Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Atlético.

"Gasolina" con Bale

Zidane esquivó lo que calificó como "gasolina" vertida por Mourinho, al invitar a Bale a no jugar la Supercopa de Europa para poder ficharlo, y aseguró que están "concentrados" y nada les va a distraer. Zidane intentó apagar el incendio que se montó con la situación de Bale y el interés del Manchester United. "Lo que me interesa no es lo que dijo Mourinho, es lo que vamos a hacer nosotros", manifestó. Cuando de nuevo se le trasladaron las palabras de Mourinho, el técnico madridista dijo que entiende sus declaraciones como una provocación para desviar la atención. "Mourinho va a hacer su equipo; y yo, el mío. Cada uno puede echar un poco de gasolina".

"Ni cabeza de serie"

Mourinho recordó la situación en la que cogió al Real Madrid para destacar el trabajo que efectuó, al afirmar que "no era ni cabeza de serie de la Champions", y aseguró que se marchó con "paz de espíritu", por haber dado más que en ningún otro club. Preguntado por las diferencias entre su etapa y la actual, el portugués aprovechó para reivindicar su trabajo previo. "La diferencia fundamental es que cundo yo llegué no era ni cabeza de serie de la Champions. Era un equipo que con todo su increíble historia, los últimos años no pasaba ni de cuartos de final, que sus jugadores más importantes nunca habían jugado semifinales".

Cristiano, preparado

Zidane dejó entrever la titularidad de Cristiano Ronaldo pese a completar con el de ayer solo tres entrenamientos tras sus vacaciones, y destacó que le "impresiona" su estado físico. "Físicamente está muy bien".