En el venidero curso, Laura Herrera cumplirá una década en la máxima categoría del baloncesto español. Entre examen y examen de Periodismo, la carrera que cursa, la tinerfeña atiende a EL DÍA tras renovar recientemente su contrato con el riojano Campus Promete. Pese a solo haber cumplido una temporada en Logroño, la pívot se siente allí como en casa.

Aunque la temporada hace mucho que terminó para usted, la vida del deportista de élite obliga a no parar del todo.

La Liga terminó hace unos meses, pero he seguido trabajando en el gimnasio. En este periodo le estoy dando más importancia al tema de los estudios ya que no tengo la tensión esa de estar en la dinámica de equipo.

¿De dónde le nace esa vena periodística?

No tenía claro en un principio lo que quería estudiar. Empecé una carrera de empresariales que terminé dejando. Periodismo creo que surge a raíz del baloncesto. Al final, siempre me he visto envuelta en el mundo del periodismo deportivo. Desde el otro lado, cuando voy a radios o a periódicos siempre admiro ese trabajo.

¿Por ahí van los tiros de su futuro o piensa que puede seguir muy ligada al baloncesto desempeñando la labor de técnica, por ejemplo?

Quiero estar ligada de alguna forma al baloncesto y no sé si por medio del periodismo puede ser. Pretendo acabar la carrera y luego veremos. No seré entrenadora porque no tengo paciencia.

Acaba de renovar un año más con el Campus Promete.

Se hizo oficial hace unos días, pero tuve la oportunidad de hablar con ellos en cuanto acabó la temporada y me mostraron el interés por renovarme. Estoy muy contenta por ello. Es una ciudad en la que me he sentido muy a gusto y querida. Ha sido un buen año, tanto a nivel personal como a nivel colectivo, aun con la espinita de habernos quedado a un paso de los "playoffs". Yo siempre digo que cuando estás bien en un sitio, para qué irte.

¿Qué le faltó al conjunto para colarse entre los seis mejores?

La Liga estuvo muy igualada y quedamos empatadas con el último de los que entró (Lacturale Araski). Fue por diferencia de puntos. Hicimos un inicio de temporada malo, perdiendo contra equipos con los que quizás no deberíamos haber perdido. Eso lo acabamos pagando al final.

Entiendo que el club quiere dar un paso adelante.

Eso es lo que me transmiten. Creo que está capacitado para hacerlo.

José Ignacio Hernández iba a ser su nuevo entrenador, pero ha acabado renunciando por motivos personales. ¿Cómo lo valora?

Me ha pillado de sorpresa. Es una mala noticia porque yo había coincidido ya con él, había hablado por teléfono estos días y ya me había hecho a la idea. Si tiene motivos de peso, se tiene que entender. A ver a quién traen.

Aunque quizás anote algo menos, estamos ante una Laura Herrera que rebotea y asiste más, pierde menos balones... ¿Se ve mejor jugadora?

Sí. Siento que soy una jugadora más completa. No meto 20 puntos, pero me gusta aportar en todas las facetas del juego. Siempre miro mucho por el equipo. Creo que eso le da tranquilidad tanto al entrenador como a mis compañeras.

¿Se ve en Logroño durante mucho tiempo?

Yo soy más de ir año a año porque en esta profesión nunca se sabe cómo las cosas pueden cambiar. En cualquier caso, en mi primera temporada me he sentido como si llevase muchos años allí.

¿Hasta cuándo se ve jugando?

Esta va a ser mi décima temporada en la máxima categoría. Me parece mentira. Tal y como está la Liga ahora, con cada vez más gente joven, soy de las veteranas. Cuesta creerlo con 27 años. Yo disfruto mucho. El baloncesto es mi pasión desde muy pequeña. Todo mi entorno también disfruta con este deporte. Ya iremos viendo, pero yo creo que dos o tres añitos más me quedan. Seguro.

Es una pena que Tenerife no cuente con un equipo de élite.

Este año estuve en León apoyando al Clarinos. Tenía muchas esperanzas puestas en que hubiese otra vez un equipo en Primera. Es una pena porque Tenerife es un sitio donde se vive intensamente el baloncesto. Se ha demostrado este año con la increíble campaña que ha hecho el Canarias, y el apoyo que ha tenido de toda la gente. Yo tengo la confianza de que en algún momento cualquiera de los dos equipos, o incluso los dos (Adareva y Clarinos), puedan ascender. Tengo muchas ganas de venir a jugar aquí, aunque sea en contra.

¿Y se ve perteneciendo a un equipo de la Isla?

Si cualquiera de los dos equipos subiese, claro que me lo plantearía. Sería también algo bonito retirarme aquí, en Tenerife.

¿Cómo lleva el no haber podido estar en un Eurobasket que ha coronado a la selección?

Se lleva mal porque al final sabes que has estado ahí, en la órbita de la selección muchos años. Hace dos veranos pude estar (fue bronce en la cita continental de el Eurobasket de Rumanía y Hungría 2015). Verlo desde lejos, al igual que el verano pasado, que me quedé a las puertas de ir a unos Juegos Olímpicos, es una espinita. Aun así, siempre les intento dar todo el apoyo posible desde la distancia. Cuesta verlo desde casa, pero es un éxito que siento que es de cada jugadora que juega en España a este deporte.

Su objetivo, volver lo antes posible, ¿no?

No lo tengo como una prioridad. Este año, aun no estando en la selección, he disfrutado mucho de la temporada, he jugado bien... Al final es algo que no depende de ti e intentas hacerlo lo mejor posible para ver si llega la oportunidad. Es algo que no me obsesiona demasiado. Mi prioridad es ayudar a mi equipo al máximo. Si llega, es un premio muy bonito.

En cualquier caso, debe ser un acicate que el próximo Mundial se vaya a disputar aquí.

Eso motiva mucho más. Intentaré estar lo mejor posible y luchar por estar.