El Real Madrid dio el penúltimo paso hacia el desafío de su duodécima Copa de Europa, desbordado, asustado y tembloroso con un 2-0 del Atlético de Madrid en 16 minutos, pero resolutivo y eficaz después, al borde del descanso, para frustrar el más que creíble ímpetu de remontada y el enorme inicio rojiblanco.

El Real Madrid estará el próximo 3 de junio en la final de Cardiff frente al Juventus, porque encontró a Karim Benzema y un gol definitivo de Isco Alarcón en el minuto 42; el Atlético se queda en las semifinales, otra vez ante su "eterno" rival, pero con un mérito incalculable, capaz de expresar en el campo una gesta incompleta.

Porque hubo eliminatoria durante 42 minutos del duelo de vuelta. Ni siquiera el 3-0 en contra de hace una semana apagó la fe del Atlético, un equipo que, demostrado está, no desiste nunca, ni ante el reto más difícil. Ni este miércoles frente a algo que a la postre fue imposible, pero pareció posible casi todo el primer tiempo.

En un cuarto de hora, ya había logrado quizá mucho más de lo creíble para muchos en un enfrentamiento de tales características. En una agitación extrema, con un impresionante despliegue, a tope de revoluciones, con el rugido del Calderón, con emoción, una puesta en escena desbordante, una ambición incontenible y con dos goles.

Al primer minuto ya lo había intentado Griezmann; al segundo un tiro de Cristiano Ronaldo; en el cinco el imparable Carrasco centró al remate Koke repelido por Keylor Navas y hubo un cabezazo de Fernando Torres; al siete, ya con una tarjeta por equipo, una parada sensacional de Oblak a Casemiro, en el ocho un zurdazo de Saúl...

Sin un segundo de pausa, sin un segundo de tregua, el inicio que quería el Atlético, el que no le gustaba nada de nada al Real Madrid y el gol del conjunto rojiblanco, un cabezazo en el primer palo de Saúl en un saque de esquina de Koke; un 1-0 para soñar, para creer aún más con el 2-0 dos minutos después, casi de inmediato.

Nadie podía frenar a Carrasco. Ni Marcelo ni las ayudas de Sergio Ramos ni nadie que se cruzara en su camino. De su jugada y de su pase surgió el penalti que cometió Varane sobre Fernando Torres, que transformó después Griezmann ante Keylor Navas y que puso a toda presión al Calderón. Un gol más para igualar a un Madrid superado.

Por un Atlético tremendo, por el ambiente y por un ciclón del que se recompuso poco a poco, instante a instante, primero con las apariciones del notable Isco Alarcón, el único que parecía sobre el campo en el primer tramo; después con el balón, también con el paso atrás que había dado el equipo rojiblanco, tan cerca de la remontada que contemporizó, quizá demasiado, quizá también por su adversario.

Se paró todo entonces. Ni ocasiones del Atlético ni del Real Madrid. No salía el partido de los encontronazos, las segundas jugadas, las faltas o alguna tarjeta más hasta la irrupción decisiva de Karim Benzema, un jugador muchas veces en duda, pero repleto de talento cuando se lo propone, hoy cuando más lo necesitó su equipo.

Fue en el minuto 42, cuando trazó una acción genial al borde de la línea de fondo con la que dejó atrás a tres oponentes. Después, el tiro de Toni Kroos, la fenomenal respuesta de Oblak y el rechace en el área pequeña, el que empujó a la red Isco (2-1) y al Madrid a la recomposición, al momento en que respiró definitivamente.

Un golpe decisivo, ya pendiente de tres goles más del Atlético, una hazaña impensable para cualquiera, por mucho que aún quedara un segundo tiempo entero, del que salió vencedor en el marcador del duelo de vuelta, pero no de la eliminatoria, marcada desde el partido de ida, cuando el Real Madrid trazó con un 3-0 en el Bernabéu el camino a la final de Cardiff en busca de su duodécima Copa de Europa.

El Real Madrid cerró su mejor racha sin perder en la competición, con quince partidos, pero igualó el récord del Bayern Múnich de 61 encuentros consecutivos marcando.

El acceso a la final de Cardiff lo consiguió tras una derrota, la primera en los trece últimos meses. Desde que cayó 2-0 contra el Wolfsburgo el 6 de abril de 2106, el equipo de Zinedine Zidane no había perdido hasta el 2-1 encajado frente al Atlético de Madrid. Es la sexta semifinal ganada de trece disputadas por el equipo blanco con el formato de Liga de Campeones. En las cinco anteriores el Real Madrid siempre acabó levantando el trofeo y proclamándose campeón.

Simeone: "Demostramos que siempre creíamos"

Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, mostró al final del partido su orgullo por el comportamiento de su equipo y resaltó en concreto a algunos de sus jugadores. "Habría que clonar a Gabi y Godín, nos dan la vida", y respecto al encuentro explicó que "su portero (Keylor Navas) fue su figura y eso habla de cómo fue el partido. Demostramos que siempre creímos. El equipo demostró porque son tantos años compitiendo así. Hay que estar orgulloso de los jugadores, manteniendo la esperanza, demostrando que no hablábamos por hablar, porque siempre creímos. Con el 2-0 "no estaba tan cerca porque nos quedaban otros dos, aunque se nos podía de cara el partido pronto. El gol nos hizo mucho daño, en una genialidad de Benzemá. Fue un partido tremendo, con una gran nobleza". Mirando al futuro, Simeone considera que al Atlético aún le falta dar un paso. "Un paso chico, pero que es muy grande. ¿Si es posible? Ojalá lo demos", acabó diciendo el argentino cuando le preguntaron si considera que el objetivo del club está cumplido.

Zidane: "Aún no hemos ganado nada"

Zidane valoró que llegar a "dos finales seguidas" de la Liga de Campeones "es impresionante", remarcó que no han ganado "nada" y dijo que nunca temió por el pase, porque sabía que iban a "sufrir". "Estoy contento. Soy el entrenador y significa que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo bien, pero teniendo esta plantilla, porque ellos han estado fenomenales todos y el mérito es de todos. Yo lo tengo también, pero sobre todo es mérito de la plantilla, porque son los que están en el campo, sufren, corren, luchan y piensan que todo es posible, porque con trabajo, con dar el máximo consigues cosas. Estamos contentos, pero no hemos ganado nada". "Llegar dos veces seguidas a una final es el trabajo de todos. Es impresionante. No está todavía terminado aquí, porque todavía a nosotros nos faltan tres partidos de la Liga muy importantes, pero vamos a tener tiempo de pensar luego en la final. Contento y orgulloso de todos los jugadores", prosiguió el entrenador. Ahí estará enfrente el Juventus, su ex equipo. "Algo especial seguro, porque es un club que ha sido también muy importante para mí en mi carrera de jugador y lo guardo como un club que me ha dado todo también. Pero al final estoy en el Real Madrid, el club de mi vida también, y va a ser una bonita final", afirmó.

2-1

atlético-real madrid

Atlético de Madrid: Oblak; Giménez (Thomas, 55''), Savic, Godín, Filipe; Carrasco, Gabi, Saúl, Koke (Correa, 75''); Griezmann y Torres (Gameiro, 55'').

Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Ramos, Marcelo; Kroos, Casemiro (Lucas Vázquez, 75''), Modric; Isco (Morata, 87''), Benzema (Asensio, 75'') y Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó a los locales Savic, Gabi, Correa y al madridista Danilo.

Goles: 1-0, m. 12: Saúl cabecea un saque de esquina de Koke; 2-0, m. 16: Griezmann, de penalti; 2-1, m. 42: Isco aprovecha un rechace de Oblak a una magnífica parada al tiro de Kroos.

Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 55.000 espectadores. Lleno.