La cantera debe ser nuestra seña de identidad". Así define David Rivas el proyecto que busca incentivar la práctica del waterpolo en la capital tinerfeña. En los dos últimos años, el número de licencias del Acuasport Tenerife Echeyde ha crecido en un cincuenta por ciento gracias al buen hacer del responsable de categorías inferiores del Club, Eridú Alcalá, el cual es al mismo tiempo pieza clave del primer equipo.

Un técnico que con su llegada al cargo ha profesionalizado los equipos de base con entrenamientos específicos y un trabajo diario que ha logrado, entre otras cosas, que en una de las temporadas más importante de la historia del club hasta siete jugadores hayan debutado en categoría nacional a las órdenes de Juan Pablo Sánchez. "Cada día estamos mejor, ya que cada vez somos más y está todo mejor estructurado", reconoce a EL DÍA, Alcalá, el cual cuenta en su staff técnico con Fernando Curto, ex jugador, delegado RFEN en la Isla y ex entrenador de categorías en el CN Martiánez. "Me gusta incidir mucho en el ámbito personal del deportista, en la actitud, la educación y el respeto. Sin ello difícilmente se puede llegar a conseguir ningún objetivo en la vida", puntualiza.

Y es que el técnico madrileño cimienta las bases de un proyecto que parte con la idea de formar unas categorías inferiores sólidas que en un futuro alcancen el primer equipo. Por el momento, siete jugadores lo han logrado esta temporada. Alberto Díaz, Alejandro Yus, Pablo Díaz, Diego Trabado, Tommi Machado, Miguel Rodríguez y Adrián Magriñá. Éste último sin ir más lejos tuvo el lujo de formar parte del plantel que consiguió en Granollers el ascenso de categoría, llegando a anotar inclusive un gol (tres a lo largo de la campaña). "Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido como deportista", confiesa el joven waterpolista.

Este logro no ha sido fácil de alcanzar. A lo largo de la historia del Club siempre ha sido complicado conglomerar un alto número de deportistas fieles que ayudaran a incentivar la sección y más teniendo en cuenta los escasos espacios con los que han contado para entrenar. Sin embargo, ahora la historia es otra bien diferente. El ambicioso proyecto del primer equipo, la gran visualización que ha tenido el ascenso y sobretodo el titánico trabajo de Eridú como máximo responsable técnico han logrado acrecentar aún más si cabe las altas expectativas de futuro para con la cantera. "Para las categorías del Club, la Liga de División de Honor será ahora un escaparate para que los chavales puedan ver y aprender de los mejores jugadores del país", apostilla.