El Barcelona puede soñar con fundamento de cara al compromiso del miércoles contra el PSG, al haber superado con nota los dos partidos previos, con dos goleadas, especialmente reseñable la de esta noche contra el Celta (5-0), después de que el equipo gallego se haya erigido en los últimos años en una piedra en el camino de los culés. Messi se volvió a echar a su equipo a la espalda y en una jugada individual se revolvió de la marca de Cabral, y superó a Sergi Gómez, y quedando con un disparo franco en la frontal, colocó el balón al fondo de la mallas (1-0). El golpe letal para el Celta llegó en un nuevo ataque azulgrana, cuando Messi metió un balón interior y tras un rechace cayó en los pies de Rakitic, que se encontraba claramente en fuera de juego, y marcó el tercero (3-0). Con el partido ya descontrolado para el Celta y en efervescencia para los azulgrana, Messi recogió un balón dentro del área y envió al centro a la pequeña donde Umtiti se estrenó como goleador del Barça (4-0). Iago Aspas quiso maquillar el tanteador para su equipo en una jugada marca de la casa, pero después de desbordar y cuando tenía un disparo claro, se resbaló. En el contragolpe, Messi marcó el quinto del Barça en el 65 (5-0), en una acción también muy característica del argentino.

La negación del Celta estaba escrita, ya que en una vorágine de acciones en las dos áreas, Wass tuvo el gol en sus botas y en 66 envió fuera cuando el tanto parecía cantado. Algo similar volvió a vivir Aspas en el último suspiro del partido, cuando una gran jugada acabó en nada.