La nueva terraza de la casa club de Amarilla Golf, radicada en el municipio sureño de San Miguel de Abona, acogió ayer un desayuno de trabajo con motivo de la visita de Gonzaga Escauriaza, presidente de la Real Federación Española de Golf. Organizado por la Federación Canaria y Turismo de Tenerife, este congregó a representantes de los campos de golf de Tenerife y La Gomera.

El encuentro, que se prolongó durante casi dos horas, sirvió para que los interlocutores intercambiaran impresiones acerca de la salud del deporte en las Islas, instalaciones, competiciones e implementaciones de proyectos en las referidas islas.

Entre ellos, está una iniciativa que desde la Española se viene llevando a cabo en distintas latitudes del país. Se trata de acercar el golf a los colegios. "Ha habido bastante interés por el proyecto. Lo que vamos a hacer es empezar en Tenerife lo antes posible", declaró a EL DÍA el recientemente reelegido presidente federativo. "Lo hacemos desde hace dos o tres años ya, pero no está igual de desarrollado en todas las comunidades y provincias". El objetivo no es otro que acercar la disciplina a los más jóvenes y generar ingente cantera de cara al futuro.

El regente bilbaíno entiende que este deporte en Canarias "está viviendo una época brillantísima. Vienen desde todas las partes del mundo a jugar aquí. Ya es un destino muy marcado para los extranjeros. He comprobado con orgullo que hay proyectos de ampliación en diversos campos de Tenerife", manifestó.

Sin embargo, hay detalles que es preciso pulir. "En cuanto a la parte del turismo, las Islas lo están haciendo maravillosamente por el clima, las instalaciones y la hospitalidad que tienen. Lo que falta es alguna pequeña instalación pública, cerca de las ciudades, de forma que el acceso sea rápido, económico y se empiece a jugar. Son los llamados viveros del golf local. Cuando se aprenda a jugar y el deporte entusiasme, ya se puede pasar a instalaciones más grandes", explicó.

Del mismo modo, la pretensión marcha por el camino de erradicar clichés que acompañan al mundo del golf. Escauriaza tacha de "absurda" la creencia de que su deporte sea elitista. "Los instrumentos de juego duran 10 años y se pueden comprar por 400 euros. Hay instalaciones en las que se puede jugar desde 10 euros. El golf se parece al mundo de automóviles: hay Ferraris y hay Seiscientos".

En su opinión, es importante que vayan saliendo referentes para que "los niños se fijen en ellos y vengan a jugar". En dicho sentido, la presencia del grancanario Rafael Cabrera-Bello en la élite mundial es fundamental. "Es un embajador del golf canario. Desde el año pasado, ya está con los grandes. Haría mucho bien que siguiera muchos años ahí", confesó.