La exgimnasta internacional Andrea Pozo, víctima de un grave accidente de tráfico ocurrido la semana pasada y que le ha producido lesiones medulares y una fractura vertebral, será trasladada el 31 de enero al Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, para continuar su recuperación.

Tras ser intervenida quirúrgicamente en el Complejo Hospitalario de León (CAULE), su evolución ha sido satisfactoria e incluso ha recuperado gran parte de su movilidad en la pierna derecha, que puede doblar, y la sensibilidad en la izquierda, ha explicado la responsable del Club Ritmo, Ruth Fernández.

"Lo más importante es que ella está muy bien anímicamente, con ganas de andar y bromeando, lo que le va a ayudar mucho en una rehabilitación que será larga y dura, aunque de momento no se puede sentar, ni sujetarse de pie, con su enorme capacidad de trabajo que siempre mostró en el tapiz, estamos convencidos que saldrá adelante", ha asegurado.

La entrenadora que le forjó como gimnasta y con la que ahora comparte la dirección de otros talentos del club Ritmo, ha añadido que "en el ADN del club siempre ha estado el lograr cosas imposibles y seguro que ésta también la conseguirá".

La mayor preocupación de los doctores es la fractura sufrida en la séptima vértebra, una vez que ha bajado la inflamación de la médula espinal casi en su totalidad y de que también se descartara cualquier tipo de lesión craneal, pese a que se le colocaran cuarenta puntos en la cabeza.

Andrea Pozo, retirada en 2015 antes de cumplir los veinte años de edad, fue internacional con la selección española, tanto júnior, como absoluta y, en su momento, se la presentó como una de las posibles sucesoras de su compañera de club, Carolina Rodríguez.

Tras abandonar el tapiz, se centró en sus estudios de Técnico de Actividades Físicas y Deportivas, que está a punto de completar, y pasó a formar parte del grupo de entrenadoras que trabajan con los nuevos talentos de la gimnasia rítmica en el Centro de Alto Rendimiento de León.