Jordi Pomarol es el director de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), la más importante a nivel nacional de deportes electrónicos (eSports). Desde que se creara en 2011, lo que consistía en ver unos chicos jugar a videojuegos se ha ido convirtiendo en una verdadera industria, de la que augura un gran crecimiento en los próximos años. La primera división de esta liga comenzará su doceava temporada en Tenerife el 5 de febrero, donde retransmitirá los primeros partidos de la Superliga Orange, gracias a la colaboración con Innova 7 y el Cabildo de Tenerife.

¿Cómo fue esa conversación con Innova 7 para convencerte a que vinieras a Tenerife?

La verdad es que fue bastante más fácil que una conversación, Tenerife tiene TLP, y a este evento le precede muchísimo prestigio, y la consideramos una verdadera institución dentro de España. No hay muchas instituciones que tengan el tiempo, el éxito, la calidad y la perseverancia que ha tenido TLP. Por tanto, cuando la gente de Innova 7 se puso en contacto con nosotros, fue todo muy fácil.

¿Pensáis participar en TLP igual que en el año 2013 lo hizo la LCS, la división europea de League of Legends?

Como liga es difícil. La LCS tiene actividad en verano. Sin embargo, la LVP no tiene actividad en verano. No obstante, sí que hemos estado comentando la posibilidad de ver qué podríamos hacer en TLP. Quizás un AllStars sencillo, pero es algo que aún no sé y en lo que tenemos que trabajar.

Antes esta división que jugará el próximo 5 de febrero en Tenerife, se llamaba División de Honor, pero ahora se conoce Superliga Orange, ¿hay alguna diferencia entre ambas?

Muchas. La entrada de una primera institución como Orange, con una apuesta de patrocinios importante, ha significado que podamos invertir mucho más. Lo que nos ha permitido invertir para mejorar la experiencia y aportar un valor a nuestras audiencias cada vez más grande. Gracias a ellos podemos realizar un ''On Tour'', ser capaces de crear nuevos platós, establecer una serie de incentivos y premios para los clubs y jugadores para ayudarles en su proceso de profesionalización, y finalmente, una mejora en la proyección de los espectáculos físicos. Todo esto no era posible con la División de Honor.

Después de esta escala en Tenerife, ¿a dónde piensan llevar el evento?

Los destinos no están aún cerrados. Tenemos varias opciones encima de la mesa, pero no puedo decir todavía. Lo que sí sabemos es que tendremos dos eventos en Madrid, dos se jugarán las finales, y otro seguro en Barcelona. Sin embargo, nuestra intención es ir a otras ciudades menos centralizadas que Barcelona y Madrid.

En cuanto a difusión por televisión de los eSports, ¿se ha dado algún pasito?

Los habrá. Sin embargo, hay que tener en cuenta que quedan algunos elementos legales por definir porque estamos hablando de que esto es un deporte basado en un juego con propietario, esto tiene unos retos jurídicos de interpretación dentro de lo que es la normativa de la televisión que se tiene que acabar de dirimir. No obstante, este año tenemos la intención de que hayan magazines en televisión siguiendo los deportes electrónicos y estoy convencido de que alguno de los partidos será retransmitido por televisión. Realmente no es nuestra aspiración, pero sí es verdad que la televisión es un salto cualitativo al que no queremos renunciar.

¿Crees que gracias a la televisión se podrá captar un público diferente?

Sí, llegaremos a otro público. La retransmisión de los deportes electrónicos por televisión significará lo que llamamos institucionalización. Por un lado, es triste porque sabes que es igual de serio que cualquier otro deporte, pero está claro que aún hay muchos prejuicios y valores asociados a esta industria.

Realmente, ¿cuál es el objetivo de LVP?

Queremos crecer en audiencias. En 2015 fuimos el octavo deporte más visto en España. Aunque aún no hay datos, yo creo que en 2016 habremos subido un par de posiciones y, quizás a finales de 2017 volvemos a subir otra más. Nuestro objetivo es llegar al Top 3 o Top 2, porque sabemos que el Fútbol, que está en primera posición, es muy difícil de superar.

¿Qué evolución han tenido los eSports con LVP?

En 2011, a la primera final que hicimos, acudieron 400 personas, y la vieron online, 6.000. En 2016, a la final fueron 32.000 y lo consumieron online 297.000 personas. La audiencia acumulada en 2012, fue de 50.000 personas, y en 2016 hemos llegado a los 11.7 millones. Si hablamos de los equipos profesionales te puedo decir que en 2011 no había ni un solo club que fuera una institución y que pagara a sus jugadores de forma regular, y a finales de 2016 como mínimo hay más de 10 clubes que tienen contratados a los jugadores y que les pagan de forma regular. Con lo cual, y desde un punto de vista económico, en el 2011 viviendo en los eSports, en nuestra organización, habían entre 30 y 40 personas, con suerte, viviendo de los eSports, y ahora podemos hablar de entre 200 y 300 personas que pueden vivir de esta actividad.

Viendo la acogida que han tenido otros videojuegos, como Overwatch, ¿pensáis llevarlo a competición con la LVP?

Overwatch está en nuestra cartera de posibilidades. Lo que queremos fomentar es todo aquello que creemos que puede convertirse en un entretenimiento y espectáculo para el público. Parece que sí, la apuesta de Blizzard es seria, fuerte y muy buena, y para LVP puede ser una apuesta conveniente.