Llegó el gran día del fútbol femenino. Este derbi de hoy, entre el Tacuense y el Granadilla Egatesa, era un acontecimiento impensable hace solo unos años, cuando el gran anhelo del fútbol femenino tinerfeño era colocar al menos a un equipo en la máxima categoría. Ahora, en el corto plazo de dos años, se han colocado arriba dos representantes.

El partido en sí parece una lucha desigual desde el punto de vista técnico, porque las visitantes han confeccionado un plantel para pensar en metas mayores, después de conseguir la permanencia de forma sobrada en el año de su estreno en la categoría. Enfrente, el Tacuense, lleva menos recorrido, es la apuesta por las jugadoras de la tierra, en base a darle continuidad al equipo que logró el ascenso hace solo unos meses. Pero, aún sabiéndose inferior, el Tacuense tiene unas señas de identidad históricas que pueden igualar esta contienda. Se trata de la garra, la lucha sin cuartel, el espíritu de un conjunto guerrero, tal como ha sido siempre. Eso, y el factor campo, porque el Pablos Abril le va a resultar incómodo al Granadilla, acostumbrado a un escenario de mayores dimensiones.

El pronóstico es favorable al Granadilla, que ha confeccionado un equipazo, en el que además presenta a una jugadora en un espectacular estado de gracia, que puede ser decisiva. La brasileña Luana Spindler ha marcado siete goles en dos partidos, todos los que necesitó su equipo para ganar al Albacete y al Sporting de Huelva.

En el orden puramente técnico, el plantel local estará al completo a disposición de Javi Márquez, que podrá hacer cualquier alineación esta mañana, mientras que en el bando sureño, Ayala no va a poder contar con Mar Rubio, pero sí recupera a Marilén y podría incluir a algunas canteranas en la convocatoria. Los dos equipos están en condiciones de sacar al campo a sus equipos de gala, en un partido que reunirá a una gran cantidad de aficionados en Taco, batiendo quizás todos los récords en la historia del Tacuense.