El estadounidense Tyrese Rice se doctoró en la Supercopa al anotar 30 puntos con una magistral dirección, para meter al Barcelona Lassa en la final, al imponerse al Real Madrid, 93-99, en el primer clásico de la temporada.

El equipo de Pablo Laso intentó romper el encuentro en varias ocasiones, pero los catalanes se rehicieron para volver a meterse en el envite y esperar su momento en los instantes finales.

Los dos equipos mostraron un baloncesto de quilates en la semifinal, con un gran acierto en ambos lados de la cancha y demostrando por qué fueron los finalistas de la pasada temporada de la Liga Endesa.

El empate a 26, tras los primeros diez minutos, dejó todo abierto y puso de manifiesto la igualdad entre ambas plantillas. Las acciones ofensivas de blancos y blaugranas se impusieron a las defensas, el Barcelona bailó al ritmo de Rice y el choque se fue al descanso con un 48-47, tras un parcial 0-8 de la plantilla barcelonista.

El Barcelona se levantó por tercera y lo hizo con contundencia hasta el punto de liderar el marcador tras sellar un parcial de 0-14 y colocar un 59-65 en el minuto 28. El estadounidense Justin Doellman se inventó una canasta a 33 segundos de la conclusión, 91-95, que fue definitiva para meter al Barcelona en la final.