La Copa del Rey es una competición "especial y bonita" para José Luis Martí, que ayer no pudo evitar esbozar una sonrisa durante su rueda de prensa al recordar que, hace casi una década, logró levantar ese trofeo con el Sevilla FC. Sucedió en la temporada 06-07 y el conjunto hispalense tuvo que eliminar a Gimnástica Segoviana, Rayo Vallecano, Real Betis y Deportivo de La Coruña antes de plantarse en la final ante el Getafe.

El conjunto madrileño había protagonizado la gran sorpresa al dejar en la cuneta al Barcelona en las semifinales. Había perdido en la ida 5-2, con gol "maradoniano" de Lionel Messi incluido, pero fue capaz de remontar goleando por 4-0 en la vuelta al equipo de Frank Rijkaard, que pareció viajar de vacaciones ese día al Coliseum Alfonso Pérez. Aquella hazaña del cuadro que dirigía Bernd Schuster le permitió enfrentarse al Sevilla por el título copero, aunque sabiendo que partían como favoritos los de Juande Ramos.

Kanouté, a los diez minutos, hizo bueno el pronóstico. Su gol valió una Copa. Martí, que curiosamente no fue titular ese día, entró al terreno de juego a diez minutos para la conclusión. Pudo participar así activamente de la consecución del éxito. Curiosamente, el balear solo había sido suplente en otro compromiso (ante el Betis) durante toda la competición del KO, jugando los 90 minutos en el resto de encuentros.

El Sevilla se convirtió desde entonces en un conjunto de solera para la Copa, justo lo contrario que el Tenerife. En su estreno como entrenador en ella, Martí tendrá el reto de superar el mal fario blanquiazul. En las últimas siete temporadas, los insulares han disputado su primera eliminatoria fuera de casa (como la de hoy) y se han saldado con derrota todas ellas y una rápida despedida.