Pérez Borrego reveló que, a lo largo de su dilatada carrera profesional, nunca fue partidario "ni de las revoluciones ni de los cambios radicales". Sin embargo, sí se definió como un "firme defensor de las reformas, de los cambios dosificados nacidos de las propias organizaciones con el fin de mejorar la eficacia y alcanzar objetivos". Se trata de procesos que, a su juicio, "han de realizarse siempre con altas dosis de serenidad y con sensatez". Con esta manera de proceder, y con la intención de que se reduzcan al mínimo "los experimentos y las improvisaciones", el director general iniciará su andadura en el Tenerife y accederá a "un ámbito muy distinto" al que había conocido en su anterior actividad laboral. Pese a debutar en un terreno profesional por descubrir, tiene claro que el fútbol se diferencia de todo lo demás por "el peso del sentimiento", característica que puede convertirse en una "fuente de energía y de apoyo para poder luchar y trabajar por los éxitos deportivos que tiene en marcha la institución" y que constituyen la "razón de ser" del Tenerife. "Todo tiene que estar al servicio de esos resultados", insistió Pérez Borrego en una amplia introducción tras ser presentado por Miguel Concepción en la sala de prensa del Rodríguez López.