Muchos son los retos que se propone la recientemente creada Asociación de Luchadores Canarios (ALCA). El pasado viernes, en la santacrucera sede del Parlamento de Canarias, el ente quiso llamar la atención sobre la situación actual con una "Declaración por la lucha canaria".

Su presidente, el luchador del Chimisay de Arafo Sergio Hernández, se muestra especialmente crítico con la salud que desprende el deporte vernáculo. "Estamos atravesando un momento muy delicado. Se están tomando decisiones un poco a la ligera, sin tomar en cuenta la opinión de los luchadores. Hemos decidido unirnos para tratar de tener voz. Deseamos que se nos escuche".

Hernández apunta a los representantes del pueblo. "Los políticos nos tienen deshauciados. Se escudan en que la lucha es el deporte que más subvención recibe -140.000 euros-. El Museo del Atlántico de Lanzarote cuenta con 700.000, por ejemplo. No digo que se supriman subvenciones de ese tipo, pero con lo que recibe la lucha es difícil mantenerla. Hemos desaparecido de la televisión y de los colegios. No están saliendo puntales que puedan sustituir a los que hay en el presente", lamenta el destacado tinerfeño.

Del mismo modo, señala a las decisiones que se toman desde las distintas federaciones. "Sin ir más lejos, el tema de la mutualidad deportiva que tenemos. Está claro que no reúne las condiciones adecuadas. La prueba es que hay cinco luchadores canarios a la espera de ser operados, sin saber si dichas intervenciones llegarán", explica.

Una unión de los actores principales que, según su opinión, "quizás llegue un poco tarde. En la década de los 80 se formó una, pero no llegó a nada. El estado en el que se encuentra la lucha canaria no le augura un buen futuro. Esperamos que las ideas que se propongan desde la asociación -en breve, se llevará a cabo una asamblea al efecto- sirvan para mejorarla aunque sea un poco".