Los españoles Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) y Alex Rins (Kalex) lograron en el Gran Premio de Francia que se disputó ayer, domingo, en el circuito de Le Mans, un doble objetivo cumplido, pues la victoria que cada uno de ellos logró en sus respectivas categorías les sirvió para colocarse líderes del mundial.

Por paradojas de la vida ambos cuentan con cinco puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, los anteriores líderes, el español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) en MotoGP y el británico Sam Lowes (Kalex), en Moto2, aunque la manera en la que accedieron a la posición fue bien distinta.

Lorenzo ganó de manera inapelable la carrera de MotoGP en Francia: fue líder durante los entrenamientos y también desde la primera a la última vuelta de la prueba, pero ese resultado no le bastaba para acceder a la primera posición del campeonato, necesitaba que su rival directo en ese objetivo tropezara y Marc Márquez falló en la decimosexta vuelta.

El piloto de Repsol Honda fue el único que montó el neumático delantero con el compuesto más duro, lo que condicionaba su primera parte de carrera, pues esa goma tardaba más en calentar que la intermedia por la que optaron sus rivales, pero luego le garantizaba un mejor rendimiento en la segunda parte de la carrera.

Aunque no llegó a esa parte de la competición pues en la decimosexta vuelta perdió adherencia en el tren delantero de su moto en el mismo punto que el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP16) y ambos se fueron al suelo, bien es cierto que el gesto que protagonizó después el piloto de Repsol Honda lo dice todo en cuanto a cuáles son sus objetivos para la temporada.

Márquez saltó como un resorte tras caerse, en un acto instintivo para salir corriendo a buscar su moto, arrancarla y, aunque le faltaban trozos de "carenado", acabar como fuese la carrera, sabedor de la importancia de cualquier punto al final de la temporada.

Ese gesto denota la madurez del doble campeón mundial de MotoGP en 2013 y 2014 y también la problemática situación en la que se encuentra Honda, que sólo estuvo delante con Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V) y porque se vio beneficiado por los percances de carrera.

El gigante japonés necesita encontrar soluciones a sus problemas pues salvo el cuarto puesto de Pedrosa, irreal en condiciones normales, sólo Marc Márquez se encuentra en disposición de plantar cara a las eficaces Yamaha, tanto las oficiales como las satélite, entre las que no acabó ninguna Honda -satélite-, con todos sus pilotos por los suelos.

En el caso de Alex Rins supo superar todos los problemas de puesta a punto de su Kalex durante los entrenamientos para esperar la oportunidad de encabezar la carrera y sentenciar la victoria en un circuito donde el año pasado se fue por los suelos después de haber sido el más rápido en las jornadas previas.

El surafricano Brad Binder (KTM) se tuvo que esforzar hasta el final, pero a la postre logró la segunda victoria consecutiva de la temporada y con ello se garantizó una ventaja aún más cómoda al frente de la tabla provisional de un mundial en el que ya se perfila como el más claro aspirante al título.