Pep Martí amplía su lista de candidatos para ocupar la delantera en el encuentro de este domingo ante el Girona. Antony Lozano se ejercitó ayer, por segundo día consecutivo, al mismo ritmo que sus compañeros y parece estar en condiciones de reaparecer. El delantero hondureño completó su segunda sesión consecutiva sin sobresaltos ni molestias que le hicieran detener su actividad.

En el tramo final, se desarrolló un partidillo. En el mismo, fue corregido en varias ocasiones por su entrenador para ajustar su posición. Aún así, rindió a buen nivel y hasta anotó un par de goles. Hay que recordar que no había trabajado a las órdenes de su nuevo jefe dentro de la dinámica del grupo, puesto que recayó de sus molestias en el último choque de Raúl Agné. Quedan dos entrenamientos más antes de que sea oficial la lista de convocados, pero es posible que Martí confirme hoy que "Choco" ya se encuentra restablecido. Su dolencia, una molesta pubalgia, provoca que el deportista que la padezca tenga jornadas mejores y peores. De hecho, el internacional catracho se entrenó con aparente normalidad hasta el día antes del Honduras-México de la pasada semana. En esa sesión, se resintió y quedó descartado para tan importante compromiso.

Tampoco pudo vestirse de corto en el encuentro del pasado domingo con el Córdoba. Fue su sexta ausencia en Liga, pese a lo cual sigue siendo (igualado con Suso) el máximo goleador de la escuadra blanquiazul.

La actuación de Cristo González, el más gris del último partido, abre la posibilidad de que vuelva el teórico dueño del puesto de "nueve". Si como es previsible, Lozano cuenta para su técnico, habrá que esperar para conocer si puede ser de inicio o solo durante un tiempo reducido en la segunda parte. Si no es así, también opositan Nano o Tomás Martínez. En el caso del argentino, que actuó como falso ariete durante algunos minutos, parece menos factible esa ubicación.

En cualquier caso, el jugador ya sonríe, conocedor de que el final de su calvario está próximo, e incluso bromeó ayer con sus compañeros después de protagonizar la anécdota del entrenamiento. Se llevó un pelotazo en la entrepierna que le tuvo fuera de combate durante algunos minutos. Luego, completó el trabajo sin problemas.