Germán Sánchez, uno de los fichajes del Tenerife para la temporada 2015/16, comenzó la Liga enlazando tres presencias en las alineaciones titulares. En cambio, no tardó mucho más en dejar de tener regularidad en la competición. El decepcionante arranque de curso del equipo de Raúl Agné arrastró al central en su estreno en una categoría profesional. Pero el de San Fernando no lo había dicho todo en el campo.

Después de ver reducida su participación a tan solo un minuto (Almería) en un total de tres fines de semana, supo aprovechar la oportunidad que le surgió por el cambio de piezas que realizó el técnico a raíz de la baja por lesión de Cristian García. De esta manera, el exjugador del Olot retornó al "once" en la visita a La Romareda y repitió recientemente en el encuentro con el Osasuna. El balance: notables actuaciones y el gol que le dio un punto al representativo frente al líder.

Lejos de atribuirse algún mérito, Germán sostiene que todos los avances en los que ha intervenido tuvieron su origen en el esfuerzo colectivo, aunque reconoce que le ha venido "muy bien" el giro que ha dado su trayectoria en el Tenerife. "Claro que la autoestima de un futbolista se refuerza cuando le suceden estas cosas, pero si me tengo que referir a lo que pasó en el partido con el Osasuna, debo admitir que todo fue por el empuje del grupo", recuerda el "3" blanquiazul, quien incluso confiesa que su certero remate frente a la portería de Nauzet estuvo condicionado por la fortuna. En realidad, se encontró en el lugar adecuado y en el momento óptimo solo por casualidad. "Unos instantes antes había chocado con el portero rival y, al sentir tanto dolor en la rodilla, decidí quedarme allí. Luego llegó el córner y el balón me cayó justo al lado para que pudiera rematar".

Sin perder la perspectiva, prefiere no aventurarse a definir su actual estado de forma. "No sé si es el mejor o no", indica, consciente de que "la Liga es muy larga y no siempre es fácil rendir a un alto nivel", así que se decanta por dejar los análisis para junio.

De todos modos, se considera "autocrítico" y no oculta que le dio muchas vueltas a la cabeza durante las jornada en las que salió de las alineaciones. De hecho, ni siquiera fue convocado en la cuarta fecha (Oviedo) y, tras jugar de inicio en Palamós, se tuvo que conformar con sentarse en el banquillo en los encuentros con el Mirandés, Almería (un minuto) y Leganés. "Soy autocrítico, lo llevo por dentro, pero peleo contra las adversidades y sé que el trabajo diario hace que sigas jugando".

Entretanto, procura aislarse de las opiniones sobre su aportación que suenan en el entorno del club. "Me abstraigo. Para gustos, colores", señala al respecto, dispuesto a esforzarse para "cambiar" la visión de los más críticos. Lo principal para Germán es que está "contento" por haber vuelto a tomar parte en la Liga y que no se arrepiente del paso que dio al unirse al Tenerife. "Me siento bien en la Isla, en el club, con los compañeros...". Pero el defensa también avisa que es "ambicioso" y quiere ver "al equipo más arriba".