Diego Ifrán tiene motivos para pensar que está viviendo su mejor temporada en España. No está en un club de Primera ni forma parte de un favorito a subir a esa categoría. Pero como jugador del Tenerife ya ha marcado los mismos goles en Liga que en sus cuatro temporadas anteriores, las que pasó en la Real Sociedad, principalmente, y el Deportivo, desde marzo de 2014 hasta el cierre del ejercicio 14/15.

Seguramente, el desarrollo de su carrera habría sido diferente si no hubiera tenido tanta mala suerte con las lesiones. De hecho, se unió a la Real Sociedad en el verano de 2010 aún sin haberse recuperado de la rotura del ligamentos cruzado de la rodilla izquierda que sufrió mientras se entrenaba con su último club en Uruguay, el Danubio. Al final, el 7 de marzo de 2011 pudo debutar con el conjunto guipuzcoano. Después de nueve partidos más, el de Cerro Chato cerró el curso 10/11 con dos goles en Liga, uno al Hércules y otro al FC Barcelona.

En la campaña posterior aumentó el número de intervenciones en Liga, pero solo pudo aportar un tanto, el que encajó el Málaga en Anoeta. Diego progresó en la temporada siguiente y batió su registro de partidos disputados en Primera (26). Además, superó a los porteros del Valencia y Mallorca.

Pero en la pretemporada de 2013 volvió a tener problemas en la rodilla izquierda y estuvo de baja hasta que fue fichado por el Deportivo en la recta final de la Liga 13/14, el del último ascenso de la escuadra coruñesa a Primera. En solo once choques anotó cuatro goles.

En total, nueve dianas en Liga, idéntico número que ahora presenta en las estadísticas como jugador del Tenerife, con el que ha jugado 18 partidos de Segunda A; de manera que avanza al ritmo de un tanto cada dos encuentros.

Ifrán se estrenó hace justo una vuelta, en la visita del Barcelona B al Heliodoro (2-0). Luego repitió en las dos jornadas siguientes, por partida doble en La Romareda y en una ocasión frente al Alavés. Seis fechas más tarde, en las que se incluye su período de sanción de cuatro partidos, inició otra racha de tres fines de semana anotando (Sabadell, Sporting y Betis). A continuación entró en una fase poco productiva de ocho encuentros sin marcar y una única ausencia en la visita al Albacete. Finalmente, recuperó la puntería en el estadio Colombino y la mantuvo el pasado domingo ante el Osasuna.