Los últimos acontecimiento que rodean al Tenerife, su cambio de entrenador y la primera victoria de la mano de Raúl Agné, han acercado al equipo tinerfeño a su eterno rival. En la tabla clasificatoria el paso ha sido muy corto -solo le restó dos puntos-, pero a nivel de sensaciones futbolísticas el avance blanquiazul es bastante más notable y coincide con un momento de espesura en el juego de la Unión Deportiva, que contribuye a neutralizar aún más el pronóstico tan claro que había a favor de los amarillos hace solo unas semanas.

Esta es la principal conclusión de la encuesta que EL DÍA realizó con los veinte entrenadores del grupo canario de Tercera División. Nueve de ellos defienden a equipos de la provincia tinerfeña y los otros once, a clubes de Las Palmas, de manera que la consulta nos ofrece la perspectiva de cómo se espera el gran partido de este mediodía desde ambas provincias.

La segunda cuestión, relativa a las sensaciones sobre cuál de los dos eternos rivales saldrá ganador también presenta un denominador común en las respuestas; Las Palmas es ligeramente favorita y lo confirmará en el marcador si es capaz de imponer su juego. Ahora bien, hay un matiz en el que coinciden los veinte colegas: si el Tenerife hace triunfar su estilo, a través de la presión, puede ganar el partido.

Hay, entre los encuestados, entrenadores que han jugado estos partidos, como Eduardo, Quico de Diego, que fue jugador del Tenerife o Julio Suárez, el único que se ha puesto las dos camisetas, y ellos conocen la dificultad añadida de controlar las emociones y saber estar a la altura de un ambiente que supone un examen en sí mismo para los futbolistas. De Diego añade incluso un matiz que podría pesar, que es el de los factores futbolísticos que no se pueden controlar, entre ellos el del arbitraje ha sido muy injusto con el Tenerife en sus últimas visitas al Gran Canaria.

Está todo dicho y con conocimiento de causa.