La andaluza Carolina Ruiz, la única española que ha ganado un descenso de la Copa del Mundo de esquí alpino -el de Meribel (Francia), hace dos años-, acaba de regresar de disputar, en Vail y Beaver Creek (Colorado, EE.UU.), los Mundiales del deporte rey invernal.

En la segunda parte de una entrevista con la Agencia EFE en Sierra Nevada, sede de las pruebas de nieve de la Universiada Granada 2015, Carolina, cuatro veces olímpica y que acaba de disputar sus novenos Mundiales, valora su actuación en los mismos y como se plantea el resto de una temporada que podría ser la última para ella en la alta competición.

Pregunta: Venía de hacer séptima en St.Moritz (Suiza), pero las cosas no salieron bien en Vail. ¿Cómo valoraría su propia actuación en el Mundial? Esperaba más, ¿no?

Respuesta: Siempre he dicho que en los Mundiales sólo cuentan las medallas. Hacer un resultado, por ejemplo, entre las mejores diez, es positivo, pero nada más. No es importante.

Para mí, la pista no era de mis preferidas. Pero, aparte de entrenar a conciencia todo el verano, pensando en lo que nos podíamos encontrar en el Mundial, cuando llegué a Vail y durante los primeros días me encontraba muy bien, a gusto; y pensando en que podría lograr algo positivo.

No ha sido así, para nada. Y, bueno, no ha sido un Mundial del que haya salido contenta con los resultados.

P: Su paisana María José Rienda (la española con más triunfos en Copa del Mundo, con seis) dice que usted lo está haciendo bien y que sigue siendo el referente del esquí en España.

R: Sí, sí; está claro que en España ahora mismo no hay nadie, y menos en mujeres; hay gente joven que está llegando, pero son muy jóvenes y a un nivel muy bajo. Hay un gran camino ahora mismo entre donde está el resto de España y dónde estoy yo. En ese aspecto es fácil ser esa referencia, está claro (ríe).

P: Pero no es fácil ganar un descenso de la Copa del Mundo, ¿no?

R: No. No es fácil ganar un descenso de la Copa del Mundo, Yo he ganado uno. Y sigo luchando por acercarme al podio. Y no es fácil.

Y ya no es fácil estar entre las quince o veinte mejores del mundo, que es lo que llevo haciendo los últimos cuatro o cinco años de forma regular.

Estamos hablando de las mejores del mundo. Estamos hablando de que todas queremos lo mismo y estamos hablando de miles de personas que se dedican a esto y sólo un grupo llega.

Así que, por una parte tengo que estar orgullosa de lo que he logrado; pero, por otra parte, no me conformo con eso. Siempre he sido muy competitiva y siempre me gusta buscar más. Este invierno todavía me quedan tres supergigantes y un descenso antes de las finales de la Copa del Mundo. Me queda un 30 o 40 por ciento de la temporada y para mí es muy importante acabar bien.

P: Cerró el círculo en Vail, donde disputó sus primeros Mundiales, en 1999. Las finales de la Copa del Mundo son en Meribel, donde ganó. ¿Cerrará otro círculo ahí? ¿Colgará los esquís?

R: Puede ser. Aún no he decidido nada, no he hecho ninguna declaración oficial. Hay que esperar a que acabe la temporada y luego ya veré si se acaba todo o no. Por ahora estoy pensando en las carreras que me quedan. Más adelante, ya veremos.

P: ¿Qué le parece la experiencia de la Universiada, en Granada y en Sierra Nevada?

R: La Universiada ha crecido muchísimo los últimos años, porque es una competición internacional que no es de un nivel altísimo, porque estamos hablando de un grupo cerrado de universitarios, pero lo que llega a ser la organización de estos eventos se está pareciendo cada vez más a unos Juegos Olímpicos.

Creo que es una gran oportunidad para cualquier país que lo celebre para poder acercar el resto de las disciplinas que no son tan comunes. Por ejemplo, en España conocemos el esquí alpino, pero nos son casi desconocidos la mayoría de los deportes de hielo.

Aquí ha habido la oportunidad de ver estos deportes. Yo he disfrutado mucho con ellos. Estuve viendo el hockey y el ''short track'' (patinaje de velocidad en pista corta). Creo que es algo muy bonito para todos.