El equipo español de Copa Federación iniciará este sábado en Galati el camino de regreso al Grupo Mundial sin su mejor jugadora -la canaria Carla Suárez- pero con la debutante Garbiñe Muguruza, principal baza del cuadro dirigido por Conchita Martínez para desarmar a Rumanía sobre pista rápida.

Aunque el currículo de la tenista nacida en Caracas no se puede equiparar al de Simona Halep, que ostenta el número tres en el ránking mundial, el único precedente entre ambas en el circuito profesional multiplica las ilusiones del cuadro nacional pese a lo difícil del reto planteado: Muguruza debe ganar sus dos compromisos individuales para acompañar a Anabel Medina en el definitivo dobles.

Ese es el plan trazado por la capitana Conchita Martínez, ambiciosa a pesar de la renuncia por una dolencia en el codo de Carla Suárez, decimoséptima en la clasificación de la WTA.

"Somos un equipo fuerte y no vamos a mirar si falta alguna jugadora. Nos vamos a concentrar en los partidos que tenemos por delante", advirtió en la rueda de prensa celebrada en Galati.

El atípico perfil de Garbiñe Muguruza -mide 1,82 metros y reconoce sentirse más cómoda sobre superficies rápidas aunque los resultados le acompañan también en arcilla, donde derrotó a la estadounidense Serena Williams- permite al equipo español alcanzar Galati convencido de la posibilidad de negar el triunfo en la primera ronda del Grupo Mundial II a Rumanía.

De reeditar la victoria del pasado año en Wuhan (China), cuando derrotó a Halep por 2-6, 6-2 y 6-3, Garbiñe Muguruza se situaría en disposición de sumar los dos primeros puntos para el equipo español de superar también a Irina-Camelia Begu, trigésima cuarta mejor jugadora del mundo.

Más remota se presenta esta posibilidad para la ilicitana Silvia Soler, que nunca ha ganado un compromiso individual de Copa Federación en una superficie distinta de la tierra batida.

También sobre arcilla se produjeron sus cuatro victorias sobre Begu, a la que domina por 4-3. Los dos últimos precedentes, sin embargo, favorecen a la jugadora nacida en Bucarest.

"Son partidos difíciles porque ella se basa bastante en su revés. Es una jugadora bastante agresiva, bastante emocional y eso, quizás por el hecho de jugar en casa, le puede ayudar", analizó Soler.

Con el incentivo de dar un paso hacia la máxima categoría, que España abandonó el pasado año tras caer ante la República Checa y Polonia, la número uno y la número dos comparecerán bajo el techo del Danubio Arena dispuestas a exhibir su "mejor nivel".

"Aquí juegas para un país. El ránking no es lo más importante en esta competición, así que lo fundamental es concentrarte en ganar cada punto de cada partido", comentó la debutante Muguruza. "Rumanía tiene un gran equipo y juegan en casa, pero nosotras tendremos que buscar nuestras oportunidades".

El de este fin de semana será el primer duelo desde 1976, cuando el combinado de Rumanía doblegó al español por 3-0 en una eliminatoria disputada en Estados Unidos. Este es el único precedente en Copa Federación entre los dos países.