Pocas veces tiene tanta incidencia en el juego de un equipo un futbolista de las características de Aitor Sanz, pero resulta indudable que sí sucede en el caso del Tenerife. Su ausencia en las dos últimas jornadas se ha saldado con un punto sobre seis posibles. La derrota en Palamós ante el Llagostera y el empate en casa ante el Mallorca escuecen y mucho. Pero los números resultan todavía más contundentes si se consultan desde la llegada del madrileño a la disciplina blanquiazul en el verano de 2013.

En total, el mediocentro se ha perdido una decena de partidos en poco más de un año. Casi siempre fue por sanción y, en alguna ocasión, por decisión técnica. La única victoria cosechada en los referidos encuentros llegó en la séptima fecha liguera de la pasada campaña: el 1-0 ante el Real Madrid Castilla. En otras cuatro ocasiones llegó a sumar al menos un punto el Tenerife. Fue ante Alavés, Real Madrid Castilla, Deportivo de La Coruña (todas ellas fuera de casa) y Mallorca el pasado sábado.

Precisamente ante los baleares estuvo ausente Aitor Sanz en los dos cruces del curso anterior. Ambos se saldaron con derrota (0-1 en el Heliodoro Rodríguez López y 2-0 en el Ono Estadi). También se quedó sin puntos el Tenerife ante Alcorcón (0-4), Recreativo de Huelva (2-1) y Llagostera (2-0), ya esta misma temporada.

Ni siquiera la presencia de otro futbolista de su perfil como Vitolo (aunque este no jugó en Palamós por sanción) ha terminado de mitigar esa sensación de orfandad que tiene el conjunto que dirige Álvaro Cervera cuando falta el líder de su centro del campo, el hombre que marca el camino de la presión, del ritmo defensivo, del robo.

De momento, habrá que esperar al menos una semana más. Aitor no estará en Lugo y llegaría muy justo para medirse con el Racing.