Es un punto de mérito, la cosecha de un duro trabajo sin brillo, ante un buen rival y en unas condiciones atmosféricas (reales y metafóricas) muy complicadas. Es, también este empate, casi todo a lo que puede aspirar el Tenerife sin Diego Ifrán y sin Aitor Sanz. El equipo, con lo que tiene ahora, se queda corto para otras galas. Se tapa los pies para que no le ganen y descubre la cabeza. No le da para las dos cosas, pero al menos sacó este empate bajo la lluvia y frente a un rival que tiene más. La puesta en escena del Tenerife fue gris. Entró al partido con 4-4-2, con Ricardo y Cristo en los costados y los dos rápidos delante, Suso y Guarrotxena, que jugaron a enganchar por dentro. Durante los primeros 20 minutos al equipo le costó robar -sin Aitor nadie da un paso adelante-, y tampoco encontró escalones para progresar hacia arriba con la pelota. Se vio obligado a juntarse muy atrás, replegado, para ahogar entre sus dos líneas a los tres medias punta del Mallorca, que son lo mejor de los de Karpin (Asensio, Arana y Pereira). Los contuvo bien, porque no los dejó combinar. Pasados esos 20 minutos el decorado cambió cuando Cervera retocó el dibujo: metió a Ricardo en el medio con Vitolo y rodó hacia los interiores, más por dentro, a Kike Rivero y Cristo. El equipo (4-2-2-2) se escalonó mejor, cogió el balón y con ello hizo retroceder al Mallorca, que pasó un mal rato. Cristo pudo marcar desde la frontal (25'') y Ricardo estuvo aún más cerca en un disparo que se envenenó tras golpear en Vitolo (27''). En ambas acciones Cabrero salvó a un Mallorca que en una acción esporádica disfrutó de su única ocasión; Cendrós perdonó en el segundo palo en un envío de Pereira (38''). Pero el manejo del partido era del Tenerife, que rozó el gol tanto como lo hizo la rosca de Guarrotxena en la escuadra de Cabrero (41''). La buena sensación con la que se bajó el telón en la primera parte, se diluyó en la reanudación. El Tenerife entró peor, se desordenó en el medio en el afán de Rivero y Cristo de bajar a ayudar a sacar el balón y las indecisiones y malas entregas provocaron varias contras del Mallorca, ahora sí peligrosas, con destacado protagonismo de Pereira, incansable llevando el balón al área entre rivales que se ayudaban para pararlo. Carlos, que ya había puesto las bases con sus primeras tomas de decisiones en dos despejes de puños, paró todo lo que llegó, bajo una lluvia que multiplicaba la dificultad de cada blocaje. El partido estaba para el Mallorca y Cervera empezó a buscar soluciones. La primera, sorprendente, quitó a Ricardo y puso al canterano Cristo Díaz, que debutaba. Entonces el centro del campo se alineó con Kike de pivote y cuatro por delante: Suso, Vitolo, y los dos Cristos (4-1-4-1). El chico contribuyó a que el Tenerife arreglara sus desajustes y retomara cierta autoridad en el juego. Cristo Díaz tuvo el balón con criterio, llenó la zona izquierda y, además, aportó peligro. Suyos fueron los lanzamientos de córner, en especial desde la izquierda, que generaron las ocasiones más claras, sobre todo una en la que Suso remató a bocajarro y Cabrero realizó una extraordinaria parada para devolver la pelota a córner (71''). Como si de una alternancia temporal se tratara, el Tenerife volvió a subir en el juego mientras el Mallorca parecía ya conformarse, aceptar el punto, pero el partido iba a representar este sube y baja en solo dos minutos: Maxi se quedó delante del portero en el 90 y pifió su remate. En la siguiente jugada, Carlos, con una parada de categoría, frustró a Martín y dejó en casa un punto esforzado y merecido.

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tenerife-MALLORCA

CD Tenerife: Carlos; Moyano, Hugo Álvarez, Carlos Ruiz, Raúl Cámara; Vitolo, Kike Rivero; Ricardo, Cristo Martín; Suso y Guarrotxena. En el minuto 56, Cristo Díaz entró por Ricardo. En el 66, Aridane sustituyó a Guarrotxena. Y en el 88, Maxi Pérez, por Kike Rivero.

Real Mallorca: Cabrero (1); Cendrós (1), Bigas (1), Kasim (1), Gulan (1); Arana (1), Martí (1), Bustos (1), Pereira (2); Marco Asensio (1) y Scepovic (0). En el minuto 75, Gay Assulin (1) entró por Arana; en el 81, Abdón (s.c.), por Scepovic y en el 91, Agus (s.c.), por Marco Asensio.

Árbitro: Dámaso Arcediano Monescillo (Comité Castellano-Manchego). (1). Irregular, en un partido difícil de arbitrar por las condiciones del campo, muy blando y resbaladizo. Midió con las tarjetas y se desató al final. Amonestó a los jugadores locales Cristo Díaz (85''), Vitolo (79'') y Cristo Martín (87''), y a los visitantes Martí (24''), Kasim (35'') y Cendrós (88''). Le asistieron en las bandas Jiménez Moreno y Hernández Ramos.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la décima cuarta jornada de Liga Adelante, disputado en Heliodoro Rodríguez López ante 5.874 espectadores. Noche fría y con lluvia casi constante, que con el viento se convirtió en un elemento muy incómodo para los jugadores. Terreno de juego blando y con algún charco bajo la visera de Tribuna. El Tenerife lució su uniforme habitual y el Mallorca vistió su habitual indumentaria con una raya vertical negra en la camiseta. Al final, hubo gritos pidiendo la marcha del entrenador Álvaro Cervera.