La reunión que mantuvieron ayer los dirigentes del Real Zaragoza con el comité de empresa de este club no sirvió para desconvocar la huelga que tienen previsto realizar los empleados coincidiendo con el partido ante el CD Tenerife.

La única posibilidad que resta de que se suspenda el paro pasa por el encuentro que repetirán las partes mañana en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, pero, dados los antecedentes, parece poco probable que de esta manera se vaya a solucionar el conflicto provocado por la decisión del Zaragoza de solicitar un ERE.

La huelga provocará que no se puedan desarrollar los servicios habituales en cada cita en La Romareda, principalmente los que tienen que ver con la seguridad en el recinto y los accesos al estadio. Por tanto, el Zaragoza podría pedir el aplazamiento del encuentro u organizarlo a puerta cerrada.

Entretanto, los dos equipo siguen con el plan de trabajo previsto. "Solo pensamos en que vamos a competir el domingo", dijo ayer el capitán del Tenerife, Suso.