La situación que se vive en el CD Tenerife solo pintaba hasta ayer dos posibles escenarios: la continuidad de Álvaro Cervera después de una victoria en El Sadar ante Osasuna o su destitución en caso de derrota. Pero hay una tercera vía. El técnico podría pasar a desempeñar tareas de director deportivo, dando un paso al costado, para ceder su puesto en el banquillo a otro profesional. La estructura quedaría cerrada con la presencia de Alfonso Serrano, que seguiría como secretario técnico.

Esta solución no desagrada a las partes. Miguel Concepción, que eligió a Cervera como hombre fuerte del proyecto hasta 2017, no quiere desprenderse de un profesional al que considera válido e importante para las metas que persigue la entidad. El hasta ahora entrenador tampoco ve con malos ojos esta opción. De hecho, considera que su salida restaría presión a la plantilla. No obstante, la decisión no está tomada. Fundamentalmente porque todos coinciden en que la situación puede reconducirse si se produce un resultado positivo en Pamplona que, una semana más tarde, tenga continuidad en casa ante el Barcelona B.

Solo así se tranquilizaría un ambiente que, desde el Callejón del Combate, se considera excesivamente crispado para el momento actual. Desde el club no encuentran precedente en el nivel de crítica que está recibiendo su entrenador. Tampoco lo entiende el protagonista, que pone sobre la mesa sus 95 partidos al frente del club (37 victorias, 23 empates y 31 derrotas) y los dos objetivos que se fijaron alcanzados: el ascenso a Segunda A (12-13) y la permanencia (13-14). Es eso lo que más preocupa. Un ambiente que ya ha perjudicado a los jugadores, como se pudo comprobar ante el Mirandés o después de encajar el 0-1 ante el Recreativo. En ambos casos, hasta algunos de los más veteranos se mostraron agarrotados y hasta superados por la situación.

Los focos discrepantes del vestuario, en cambio, no se consideran mayoritarios ni problemáticos. Más bien, se entiende que se les puede reconducir. Existe plena confianza en convencer a los nuevos de que los métodos son los correctos y que el juego acabará alcanzando un nivel similar al de la pasada campaña. De hecho, ni siquiera se limitan a hablar de la permanencia como meta. "Hay tiempo para más si todos remamos en la misma dirección y el equipo reacciona ya", se repiten.

De producirse el paso al costado de Cervera, el club entiende que no habría que tocar los cimientos que se empezaron a poner durante el verano. Sin ir más lejos, renovaron todos los colaboradores del preparador tinerfeñista y llegaron varios colaboradores a la base (Tote Sierra como director de metodología o Pablo Ariel Paz para dirigir al equipo de Liga Canaria Juvenil).

Además, la buena relación entre el actual técnico y Serrano facilitaría su convivencia en el área deportiva. Más allá de alguna diferencia puntual durante el mercado de verano, han caminado por el mismo sendero. No obstante, esta tercera vía es una posibilidad más. Las otras dos siguen abiertas y a la espera de lo que suceda en Pamplona.