El tenista español Feliciano López, que hoy cayó en semifinales del Másters 1000 de Shanghái ante el francés Gilles Simon lamentó que hoy que sus "armas" no funcionaran ante su rival como otros día, pero celebró que el lunes pasará a ser el número 14 mundial, desde el 21 actual.

El toledano se pone así, a sus 33 años, en su mejor posición en la lista mundial de la ATP de su carrera, y aunque tratará de mejorar aún más ese puesto en las tres semanas que quedan de temporada, está satisfecho del rendimiento que ha tenido estos días en China, que no esperaba, tras haber estado en cama con lumbalgia.

Aunque hoy ante Simon se encontraba bien, echó de menos más fuerza y más "chispa", según dijo tras el partido, aunque admitió que lo más importante fue que no pudo desarrollar el juego como que a él le gusta,.

"Él ha jugado muy bien, de manera que mis armas hoy no han funcionado como funcionan otros días, y mi juego ha sido contrarrestado muy bien y de manera muy fácil por él, esa ha sido la clave", analizó.

"Al final mi saque no ha funcionado muy bien, y a partir de ahí intento construir mi juego, y si eso no funciona, como suele funcionar, y si encima tienes delante un rival que está jugando como está jugando él, y que ha jugado con la brillantez con la que ha jugado él hoy, pues todavía es más difícil aún", indicó.

"Desde el principio del partido sentí que hoy estaba siendo más fuerte que yo, y de verdad que intenté varias cosas diferentes, me puse muy agresivo, intenté algo distinto, pero tampoco funcionó", comentó.

"Yo creo que hoy al final yo estaba un poco falto de chispa, y yo soy un jugador que necesito estar explosivo y rápido, porque mi juego se basa un poco en eso, en estar explosivo, rápido, poder subir a la red, y atacar, sacar bien, y hoy la verdad es que mi cuerpo estaba un pelín justo", explicó.

"Me sentía bien, pero luego en la pista es diferente. Además Simon es un jugador que no te regala nada, y yo necesito jugar el punto bien cada vez, intentar acortar los puntos, sacar bien, que él vea que le cuesta devolverme el saque, y cuando saca él, pues intentar presionarle", explicó.

Con todo, reiteró su alegría por haber rendido tan bien esta semana, a pesar de haber llegado a China sin haber podido entrenarse siquiera, debido a una lumbalgia y a un constipado.

"Es una alegría el año cómo ha ido hasta ahora, y en la posición en la que estoy ahora, y prácticamente, sin ningún punto que defender, o con muy poco, si sigo jugando igual de bien, pues a lo mejor el 14 se puede superar", calculó.

"Aun así es difícil, cada puesto ahora cuesta mucho más, a lo mejor estamos hablando de muchos puntos de un puesto a otro, pero es posible: quedan tres torneos en ''indoor'' (pista cubierta), y a mí me gusta jugar en esa superficie, y estoy muy contento de cómo he ido hasta ahora".

Para intentarlo, participará la semana próxima en el Abierto de Viena con el fin de sumar todo lo que pueda en el resto de temporada. "Ojalá que pueda hacer un poquito más en lo que queda de año, porque merece la pena el esfuerzo", concluyó.