Víctor Añino inició el pasado verano una segunda etapa en el Tenerife con el principal propósito de estar a la altura de las expectativas que había despertado su fichaje entre los aficionados. Actuaciones como la del domingo lo acercan a cubrir ese objetivo. "Tengo claro que la gente estará contenta con mi regreso al final de la temporada", advirtió ayer el futbolista.

Vitolo encadenó la titularidad en Valladolid con sus presencia en el "once" que opuso Cervera a Las Palmas, confianza que quiso agradecer públicamente. "El míster me dio la oportunidad de jugar de entrada en los dos últimos encuentros y estoy muy agradecido por la paciencia que ha tenido el conmigo", confesó el centrocampista tinerfeño, que ha seguido al pie de la letra la pauta propuesta por sus superiores. "Los consejos para encontrarme más ágil me han ayudado, y he llevado a rajatabla todo lo que me ha dicho el cuerpo técnico".

Por tanto, aseguró que el estado de forma ya no es un obstáculo para que pueda ofrecer su mejor versión, aunque sí reconoció que necesita ir cogiendo "confianza" poco a poco. "Eso es lo que hace que te encuentres bien, con soltura, con esa seguridad de que todo te sale", explicó Vitolo antes de apuntar que en sus primeras apariciones en la competición tampoco tuvo mucho tiempo para avanzar en el plano individual. "Me estoy sintiendo muy cómodo desde hace algunas semanas. Todo jugador necesita minutos y confianza. Es algo que me hacía falta. Vengo de jugar pocos minutos. No sé si la gente pensaba que iba a marcar goles en ese tiempo".

Al margen de su situación personal, Añino repasó las ventajas de haber vencido a Las Palmas el domingo. Al respecto, destacó la "fusión" necesaria que surgió entre "la plantilla, el club y la afición". Es más, opinó que "no fue un partido de tres puntos, sino un reencuentro bastante emotivo" del Tenerife con sus seguidores.

Asimismo, fue un clásico en el que dos de sus compañeros cobraron un especial protagonismo. Por un lado, Vitolo admitió que le encantó que Cristo fuera el autor del gol del triunfo. "Lo importante era marcar, pero es verdad que le tengo un gran cariño a Cristo porque es un chico de la casa al que conozco desde hace muchos años, así que me alegro mucho por él".

Y por otro, habló de la "entereza" que tuvo Roberto para jugar un choque tan exigente pocos días después del fallecimiento de su padre. "Demostró una entereza grandísima. Dentro de su grave situación, intentamos transmitirle todo nuestro apoyo. Sabe que el grupo está con él y que le tenemos muchísimo cariño. Merecía vivir un partido como este".