La selección eslovena de los hermanos Dragic intentará poner a prueba mañana (20.00 horas) la solvencia de Estados Unidos que, de momento, camina con paso firme y sin apenas desgaste hacia la final de la Copa del Mundo de la FIBA.

Tras sufrir más de lo esperado ante la República Dominicana en los octavos de final (61-71), en el que quizá haya sido su peor partido, el equipo que dirige Zdvoc Jure busca dar la sorpresa ante los chicos de la NBA en el plato fuerte de la jornada de cuartos que se vivirá en el Palau Sant Jordi.

Para lograrlo, lo fiará todo de nuevo a la calidad de los hermanos Dragic. Goran, el mayor, es el base que hace jugar al equipo y su máximo anotador (16,5 puntos), mientras que su hermano Zoran lo acompaña en la anotación (13,2 puntos) desde la posición de escolta.

El conjunto esloveno se ha sobrepuesto bien a la baja del lesionado Erazem Lorbek gracias a la aportación en el juego interior de hombres como Alen Omic, máximo reboteador del equipo (5,8 capturas por encuentro) y la versatilidad de Domen Lorbek, hermano de Erazem, y Jure Balazic.

Sin embargo, tendrán que firmar su mejor partido del campeonato si quieren poner en apuros a Estados Unidos, dominador de casi todas las estadísticas colectivas de este torneo, y que en octavos de final ya demostró que no necesita hacer un gran encuentro para ganar sus partidos con rotundidad (86-63).

Frente a frente estarán el mejor ataque del Mundial (99,5) y el cuarto (82,7), un choque de estilos en el que el baloncesto físico norteamericano debe imponerse sin problemas al del rival.

Aunque el equipo de Mike Krzyzewski destaca por su abanico de exteriores, capaces de romper un partido desde la línea de 6,75, como demostró Stephen Curry contra México, son sus pívots -quizá porque tienen menos y asumen más protagonismo- los que están llevando el peso del equipo.

Anthony Davis (13,8) y Kenneth Faried (12,8) están siendo sus máximo anotadores. Faried, además, es su máximo reboteador (7,8) y el jugador más valorado (18,2).

Sin embargo, nunca se puede olvidar que cuenta con jugadores como el extrafalario James Harden (12,5 puntos por partido) o un Derrick Rose que, recién salido de su lesión, aun no se encuentra al cien por cien de su capacidad atlética pero que en cualquier momento puede explotar.

Como aperitivo al Estados Unidos-Eslovenia, el público del Sant Jordi podrá disfrutar mañana (17.00 horas) de otro duelo de cuartos de final, en este caso, mucho más igualado, como es el Lituania-Turquía.

Será un choque de alto voltaje entre los lituanos, vigentes subcampeones de Europa y medalla de bronce en el pasado Mundial y el combinado otomano, actuales subcampeones del mundo.

Lituania llega a este cruce de cuartos tras sufrir inesperadamente ante Nueva Zelanda (71-76) en octavos de final. Ante el conjunto kiwi, el gran partido del pívot Jonas Valanciunas (22 puntos y 13 rebotes) salvó a los de Jonas Kazlauskas.

Para batir a Turquía, el equipo lituano necesitará no solo del trabajo y el carácter de Valanciunas en la Ñpintura'' sino algo más de Motiejunas, Juskevicius, Seibutis, Pocius y compañía.

Turquía, por su parte, ha alcanzado la antepenúltima ronda tras ganar en el último suspiro a Australia (65-64), con el alero Emir Preldzic como héroe del partido, al anotar dos triples consecutivos que, en apenas quince segundos, dieron la victoria a su equipo.

Si Preldzic es el máximo anotador de su equipo (12,5 por encuentro), por dentro destaca el torneo que está haciendo el pívot de los Houston Rokets Omer Asik (9,7 puntos, 8,2 rebotes).