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La marca de fotingos de la que esta semana en EL DÍA vamos a contar es solo una pequeña parte de la historia local de la misma, puesto que está presente en nuestra ciudad desde el año 1897, fecha en la que importaron las primeras bicicletas que llevaban el nombre ya casi mítico de Humber.

Los Humber fueron elegantes modelos construidos por su fundador, Mr. Thomas Humber (1841-1910), en la ciudad inglesa y cuna de la industria automovilística británica Coventry. Como decíamos antes, al poseer esta marca una historia muy amplia y tras haber estado presente en el mercado local casi un siglo, nos vemos obligados a relatar lo que consideramos "época moderna del automovilismo local", o sea, aquella comprendida desde la década de los años 50 del pasado siglo.

El inicio de 1950, en lo que a matriculaciones se refiere, fue arduo, ya que el número de fotingos nuevos disminuyó con respecto a 1949 en 47 unidades, dando, al finalizar el año 1950, un total de 125 nuevos vehículos. Pero estas cifras desalentadoras no fueron impedimento para que espectaculares modelos, considerados únicos, se importaran desde Inglaterra.

Los intereses comerciales del grupo Rootes, que agrupaba a las marcas Humber, Sunbeam, Commer y Hillman, estaban bajo el control del prestigioso comerciante y exportador de frutos el señor Miguel Rodríguez Cervantes, con sede en la calle La Marina, 12. A pesar de que en aquellos años la economía insular se encontraba en fase tímidamente ascendente, las importaciones estaban restringidas, pero ello no impedía que se materializaran gracias al tesón y osadía de muchos importadores, aportando riqueza a las Islas.

Entre la lista de clientes del señor Cervantes y propietarios de elegantes Humber, se encontraba el Cabildo insular de Tenerife, y dada la categoría de esa institución, necesitaba un fotingo en consonancia con la misma. Por lo tanto, eligen esta marca para tal cometido. El modelo adquirido fue una limousine modelo Pullman NK-II de seis cilindros de 24 hp, con cuatro velocidades, cuyo coste ascendió a las 1.350 libras esterlinas. Una vez sometido al reconocimiento oficial, queda señalado con las placas TF-7022.

Hasta aquí los hechos parecen normales, pero tuvimos la dicha de adquirir un interesante libro titulado "Viajeros por sol, playa... y descanso", del que es autor el señor don Nicolás González Lemus, y sorprendentemente vimos en la foto que ilustra el artículo de esta semana de EL DÍA a nuestro TF-7022, formando parte principal de la comitiva que trasladó desde el Puerto de la Cruz a Santa Cruz al ex primer ministro británico Churchill en su vista a nuestra isla en el año 1959.

Como no pudimos contener nuestro deseo de difundir una parte de este histórico Humber TF-7022, pedimos la colaboración desinteresada y valiosa del señor González Lemus, autorizándonos a difundir la mencionada imagen, por lo que desde estas páginas le expresamos nuestro sincero agradecimiento.

La parte triste de esta pequeña historia del Humber TF-7022 es que está considerado como desaparecido.