EL BETIS fue protagonista de la trigésima edición de la Copa de spaña, un torneo curioso: se inició como Copa del Rey el 12 de abril de 1931, domingo en el que unas elecciones municipales provocaron el advenimiento de la Segunda República. Con diez equipos en la máxima categoría, la mitad vascos, el Betis competía en Segunda División junto a Valencia (que lograría la única plaza de ascenso), Sevilla o Atlético Madrid.

Liderado por los canarios Martín, Adolfo y Timimi, el Betis sorprendió a la Real Sociedad, que en la Liga empató a puntos con el campeón Athletic y se quedó sin título por peor gol average. Y tras apear al Badalona, eliminaría al Madrid del tinerfeño Morera... y de los internacionales Zamora, Peña, Triana, Quesada, Leoncito y Olaso. Y en semifinales superó tras desempate al Arenas de Guecho, quinto clasificado en Primera División. xhausto, cuatro días después cayó (3-1) en la final ante el Athletic de Bilbao.

Canarias no tuvo representante copero. l Real Unión, liderado por Quico Tejera (15 goles en diez jornadas), se proclamó campeón insular y se clasificó para la final regional tras eliminar al Marino. Allí esperaba el Victoria, que superó al Tenerife tras un polémico desempate. Mientras, la Federación Canaria, con sede en Las Palmas, sancionó a cuatro jugadores del Unión... que ni habían sido expulsados. Y clausuró el Campo de la Avenida por unos supuestos incidentes en el choque ante el Marino.

l gobernador civil, Gustavo Morales de las Pozas, no toleró la humillación y se negó a que el Real Unión jugase en La Laguna o el Stadium. "n La Avenida o no hay final", dijo. Y la Federación spañola dejó a Canarias sin campeón... y sin representante en la Copa del Rey, donde esperaba el Sporting del tinerfeño Chicote. Meses después, proclamada la República, en la asamblea celebrada en Madrid se acordó "crear dos federaciones provinciales independientes, con sedes en Tenerife y Gran Canaria".

Para entonces, el Betis se había ganado la admiración general: el ministro de Hacienda, Indalecio Prieto, encargado de entregar la Copa de spaña al campeón y reconocido hincha del Athletic, destacó "la gallardía mostrada por los vencidos, que ojalá se diera también en política". Mes y medio después visitó Tenerife, donde doce años antes se convirtió en el primer equipo peninsular en acudir a la Isla. Y luego había acogido a notables futbolistas tinerfeños como Sebastián Romero o Arbelo.

l Stadium se llenó para recibir al equipo andaluz, que compareció con sus mejores elementos y ganó (0-1) al Unión en su debut. Tres días después, repuesto del viaje y adaptado al terreno de juego de tierra, se midió al Tenerife con su equipo de gala. milio Sempere alineó el mismo once que disputó la final ante el Athletic con un único cambio: el grancanario Juan Martín en lugar de Soladrero. Y se llevó una manita (5-0) ante un Tenerife imponente, sin refuerzo alguno y con Arencibia de falso nueve.

l marcador lo abrió Arencibia, quien "marcó la pauta de lo que iba a ser un triunfo clamoroso al arrancar desde atrás y, en sprint formidable, plantarse ante Jesús para batirlo sin remedio". Y el dos-cero llegó tras "matemático servicio de Arencibia a Luzbel, cuyo centro lo empalmó Torres con un formidable tiro raso". La exhibición, liderada por Arsenio Arocha, se completó tras el descanso con un penalti convertido por Arencibia, un disparo a bocajarro de Semán y un tiro cruzado de Luzbel tras taconazo de Semán.

"Si en el choque del Betis contra el Unión dijimos que en Canarias se juega mucho al fútbol, hoy debemos añadir una palabra: se juega mucho y bien", escribe Domingo Rodríguez en La Prensa, donde elogia "las grandes paradas de Cayol". Mientras, Abrisqueta terció en la polémica sobre la posición idónea de Arencibia, que podía jugar como medio derecho, interior o ariete... y pasaba factura a los críticos: "l Deportivo [Tenerife] ha ganado con gran brillantez y con Arencibia en el centro del ataque".

Dos días después hubo revancha. Los béticos se adelantaron, pero un Tenerife reforzado por Ángel Arocha y en el que habían entrado Perico y Basilio se impuso (3-1) con tantos del propio Arocha, Arencibia y Jesusín en propia puerta. "Si hubiera venido el Athletic se la carga también, pues no tienen mejor defensa que la nuestra", admitió el técnico bético. Y tras una semana más en la Isla, en la que el Betis se volvió a medir al Unión (1-1), los andaluces cayeron (5-2) en su despedida ante el Tenerife.

se día se puso en juego una preciosa copa de plata donada por Heliodoro Rodríguez López, que se quedó en la Isla gracias a los tantos de Semán, Arencibia (dos), Torres y Luzbel. Para los béticos marcaron Romero y Sanz, quien no ocultó su alivio por concluir la gira: "¡Otros cinco! Menos mal que no jugamos más contra el Tenerife". Lo harían ocho meses después en una eliminatoria de la Copa de spaña y para entonces el Betis había ascendido a Primera División. Pero ésa es otra historia.