El púgil gallego Xesús Ferreiro, ''Cachorro'', ha revalidado el campeonato de España del peso supermedio después de un duro combate con el asturiano José Manuel Iglesias, ''Punky'', que se decidió a los puntos.

Cachorro, que se había proclamado campeón nacional a principios de mayo tras haber derrotado al cántabro Iván Salcines, retuvo el cinturón de la misma manera que se lo había llevado tres meses atrás, con la decisión unánime de los jueces tras diez asaltos, aunque esta vez más reñido: 95-94, 95-94 y 96-93.

Cachorro se presentó en el ring con la segunda camiseta del Deportivo, el equipo de fútbol de su ciudad, que representa a la bandera gallega, y comenzó la pelea agresivo, pero con cabeza, esperando el momento, con el apoyo mayoritario del público en el polideportivo del Barrio de las Flores (A Coruña).

En el primer asalto, con un derechazo, quiso dejar claro a su oponente, quien le sacaba catorce centímetros de altura (1,90 a 1,76), que era el campeón.

Cachorro le llevó contra las cuerdas y le obligó a echar la rodilla al suelo, pero el asturiano pronto se repuso.

El campeón intentó dominar la pelea e intercambió golpes de derecha e izquierda, aunque Punky aguantó los golpes y también respondió.

En el cuarto asalto el aspirante aumentó la intensidad de los golpes, soltó sus brazos y Cachorró se resintió por momentos.

El asturiano cogió confianza y mantuvo la iniciativa en el quinto, en el que llegó a tirar al suelo al coruñés, al que parecía que se le iba la pelea, pero que sacó fuerzas para frenar las embestidas.

El público empujó a Cachorro superado ya el ecuador del combate, y consiguió reanimarle antes de que empezará a buscar los golpes a menor altura porque le estaba costando golpear arriba.

Había pasado lo peor para el gallego, pero le resultó difícil encontrar la distancia sin recibir y sentía que necesitaba recuperar el terreno perdido.

Cachorro fue a más en el octavo asalto, se movió en el ring, dio y recibió, más lo primero que lo segundo, y quedaban sólo dos asaltos por delante con todo por decidir.

En el penúltimo, el coruñés, con sangre en la nariz, se acercó demasiado a las cuerdas, el ring se le hacía corto.

El cinturón estaba en juego en el décimo y último asalto, en el que el aspirante golpeó, Cachorro aguantó y la decisión quedó en manos de los jueces, que optaron por dejarle el cinturón que había ganado por primera vez en mayo.