Existe una leyenda que asegura que, a principios de los años setenta, el Tenerife goleó al Barcelona en el Heliodoro tras una prodigiosa exhibición de Juanito el Vieja. El partido no figura en estadísticas o antecedentes oficiales entre ambos equipos, no se conservan imágenes de televisión y apenas quedan unas fotografías. Por eso, el tiempo ha alimentado dudas sobre los goles que marcó Juanito, el resultado final y hasta la misma existencia del encuentro.

La realidad es que sí hubo partido, que lo ganó el Tenerife por 4-0 y que Juanito marcó el primer gol, provocó la falta del segundo tanto, regaló el tercero y le hicieron un penalti clamoroso que el árbitro no señaló. También es cierto que Rinus Michels, técnico del Barça, exigió el fichaje inmediato del extremo tinerfeño, que se concretó semanas después previo pago de cuatro millones de pesetas... aunque se acordó que el jugador acabaría el curso en la Isla para incorporarse al Barcelona en verano.

El partido se jugó un martes de Carnaval a beneficio de la Campaña Benéfica pro Guarderías Infantiles, impulsada por el gobernador civil de la provincia, Antonio del Valle Menéndez. Se aprovechó la visita del Barça a Canarias, pues el equipo azulgrana venía de ganar (1-2) en el Insular, con goles de Zabalza y Rexach, en la que era la primera derrota como local de la UD Las Palmas. Amparado en su solidez defensiva (15 goles recibidos en 20 encuentros), el cuadro catalán sumaba diez jornadas sin perder.

Para entonces, el Barça se había colocado a cinco puntos del líder Real Madrid y había dejado atrás una pésima racha inicial en la que sólo marcó dos tantos en nueve jornadas. Además, venía con todas sus figuras a excepción de Reina, Gallego, Costas y Rexach, citados por Kubala para preparar un Irlanda del Norte-España. Pero por el Heliodoro desfilaron los internacionales Sadurní, Rifé, Eladio, Fusté, Zabalza, Marcial o Bustillo. Y titulares fijos como Juan Carlos o Dueñas, junto a revulsivos de la talla de Alfonseda o Martí Filosía.

¿Y el Tenerife? Era un recién ascendido a Segunda División que había mejorado con la llegada de Héctor Núñez al banquillo en sustitución de García Verdugo: sumaba cuatro triunfos seguidos en el Heliodoro, con diez goles a favor y ¡ninguno en contra! Eso sí, arrastraba tres negativos y estaba a dos puntos del descenso y a uno de la promoción. Y aunque el objetivo era la permanencia, ante el Barça presentó un once similar al que dos días antes ganó (2-0) al Pontevedra, con Del Castillo y Manolo en lugar de Domingo y José Juan.

En la previa del partido, Agustín Montal, presidente culé, cumplió la tradición de visitar la tumba de Ángel Arocha para rendir homenaje a un mito de ambos clubes, fallecido durante la Guerra Civil. Luego, con el Heliodoro engalanado y ambiente carnavalero.... se desató el ciclón Juanito. "El extremo llevó por la calle de la amargura a Eladio", indica la prensa catalana. Así, al cuarto de hora abrió el marcador tras regatear al zaguero y a Sadurní; y cinco minutos después provocó una falta de Fusté que Esteban convirtió en gol.

Antes del descanso, Juanito tuvo tiempo de provocar "un clarísimo penalti que el árbitro omitió, al ser agarrado desde el suelo por Eladio"; y de dejar un balón muerto a Esteban para que el mediocampista, "dueño de un chut potentísimo, marcara el tercero con otro tiro impresionante a la escuadra". Sustituido en el intermedio, dejó de mortificar a la zaga de un Barcelona que en la primera mitad sólo asustó con un cabezazo de Bustillo (22'') al larguero y que mejoró en la reanudación con la incorporación de Juan Carlos y Marcial.

Eso sí, no pudo evitar que, cerca del final, Laguna cerrara la goleada a pase de Ramos. "Cuatro goles subieron al marcador y otros muchos más estuvieron en un tris de hacerlo", resumía una prensa catalana que criticaba al Barça "por sumarse al Carnaval"... y se rendía a Juanito. Tres semanas después, el extremo viajaba a Barcelona y firmaba su contrato con el club azulgrana, que le pagaría "medio millón de pesetas anuales", con el compromiso de quedarse en la Isla para asegurar la permanencia del Tenerife.

Esa misma tarde Juanito regresó a casa y al día siguiente le hizo dos goles al Granada en partido de Copa del Generalísimo. Luego, dos victorias seguidas ante Jerez y Leonesa, en ambos casos con protagonismo goleador de Juanito, dejaron asegurada la permanencia. Y la lesión de Rexach anticipó un viaje que se gestó aquel martes de Carnaval, cuando enloqueció a la defensa del Barça y deslumbró a Rinus Michels en un partido que forma parte de la leyenda... aunque miles de testigos confirman su existencia.