Alex Hervelle ha confesado hoy que el Bilbao Basket espera al Estrella Roja, ante el que jugará el miércoles en Miribilla en partido de la quinta jornada del Last 32 de la Eurocopa, con la intención de "devolver" al equipo serbio la derrota del encuentro de la primera jornada en Belgrado (105-87).

"El de mañana es un partido casi para clasificarnos. Allí fue un partido muy duro y tenemos ganas de devolvérselo. Sobre todo en cuanto a dureza y a afición porque esta demostrado que aquí tenemos también una gran afición", ha dicho el jugador belga sobre la pista del Bilbao Arena, escenario del encuentro.

Hervelle, no obstante, ha adelantado que, más que intentar un triunfo similar a la derrota en el Pionir, lo que quiere el miércoles el conjunto vasco es "ganar" para ver luego donde se encuentra de cara a la clasificación para octavos de final.

Si unas horas antes el Panionios griego no da la sorpresa en Rusia imponiéndose al local Nizhny Novgorod, el Bilbao Basket deberá ganar el miércoles por al menos 9 puntos para depender de sí mismo en una sexta y última jornada en la que visitará Atenas.

"Lo que queremos es ganar y luego ya veremos donde estamos. Solo eso es un gran reto porque el Estrella Roja es un equipo muy serio y muy sólido, como ha demostrado este fin de semana ganando la Copa (de su país). Y hay que estar preparado", ha reflexionado.

A ese respecto, ha avisado de que el serbio "es un equipo muy equilibrado dentro-fuera y no será fácil pararle".

Hervelle, de todos modos, ha desvelado que aún no se "sabe si podrá jugar" el miércoles el ''gigante'' Boban Marjanovic (2,21 de estatura), principal ejecutor de ''los hombres de negro'' en Belgrado, que "está tocado".

"El juego interior es muy poderoso con él y con (Rasko) Katic. Tenemos que saber que vamos a sufrir dentro y que hay que ayudar y apoyar a los jugadores grandes (Antanas Kavaliauskas y Germán Gabriel) para pararles. Aunque también tienen dos americanos que meten muchos triples y juegan muy agresivos en ataque", ha alertado.

Hervelle, de todos modos, confía en el rendimiento de su equipo en casa y en la ambición demostrada en el Bilbao Arena por el binomio jugadores-afición.

"La verdad es que aquí jugamos mejor que fuera y tenemos que seguir así, jugando muy duro y demostrando que aquí es difícil ganarnos. Además, tenemos la sensación de estar jugando muchas finales y eso nos obligar a ponernos la presión de ganar porque los aficionados tienen mucha ambición, nosotros también y hay que responder a esa ambición", ha comentado.

Hervelle cree que los rivales van a llegar "más cansados" por el duro fin de semana al que han tenido que hacer frente. Nosotros estamos con más energía y eso hay que demostrarlo desde el primer minuto jugando muy físico, muy duro, como a ellos les gusta jugar. Ponernos a su nivel y luego, si el partido es muy largo, mejor", ha apuntado, contento por el respiro del que ha gozado este fin de semana en Bilbao Basket, que no ha jugado la Copa del Rey.

"Necesitábamos desconectar un ratillo y luego volver a trabajar. Y eso es lo que hemos hecho. Creo que Rafa (Pueyo, su entrenador) lo ha hecho muy bien y creo que ahora estamos más metidos todavía", se ha congratulado.