El ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, condenó hoy los hechos de violencia registrados durante el partido entre el Atlético Paranaense y el Vasco da Gama en la última jornada de la liga nacional, que dejaron tres personas gravemente heridas.

"Los responsables deben ser identificados y castigados" según la ley, que además de penas de cárcel prevé incluso que se le prohíba a los hinchas violentos volver a entrar a un estadio, señaló Rebelo en una nota oficial.

Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville en un partido decisivo para ambos equipos debido a que el Paranaense necesitaba ganar para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da Gama también, pero para huir del descenso a la Segunda División.

En la gresca, que obligó a interrumpir el partido durante una hora, participaron decenas de hinchas de varios equipos y cuatro personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad que aún siguen hospitalizadas.

La policía confirmó hoy que tres personas que participaron en la pelea han sido detenidas y serán acusadas de "intento de homicidio" y "asociación ilícita".

El partido se reanudó después de una hora interrumpido y acabó con una sonora goleada del Atlético Paranaense por 5-1, que condenó al Vasco da Gama a la Segunda División y le valió al equipo de Paraná su clasificación para la Libertadores de 2014.