El Tenerife es un producto de autor. Ayer dio otra exhibición defensiva sobre la que sustentó una victoria brillante. Álvaro Cervera tiene a este equipo en su cabeza, lo cambia, ajusta las modificaciones que pide el rival y trama los partidos como si cada uno fuera el decisivo. Ayer emboscó al Deportivo en una defensa colectiva de la que los gallegos no supieron salir nunca. Ni con 0-0 ni cuando iban por detrás en el marcador. Basta decir que este aspirante al ascenso no disparó ni una sola vez sobre la portería de Roberto y eso que, tal vez, tuvo más posesión que el propio Tenerife.